Las góndolas de las vinotecas están plagadas de varios tipos de vinos; de etiquetas clásicas, modernas y llamativas; de bodegas centenarias y boutique; de vinos jóvenes y de guarda. A estas tenemos que sumarles los vinos de autor.

Cuando nos referimos a un vino de autor estamos hablando de un vino con sello propio, etiquetas que son realizadas por el enólogo, quien se mete directamente con el proyecto desde su inicio, trabajando el viñedo, dejando su huella en la elaboración, hasta comprometiéndose con la elección del arte de su etiqueta y en la venta del producto final en varios casos.

“Por lo general, este tipo de vinos son de pequeñas partidas, etiquetas que están constantemente bajo el ojo clínico de su creador, de esta manera se aseguran vinos de alta calidad y estilos únicos”.

La mayoría de las veces, los enólogos que crean su vino de autor trabajan haciendo los vinos de grandes bodegas, también vinos de gran calidad y de alta gama, pero con el sello y estilo de la bodega que no siempre coincide con el del enólogo.

Un claro ejemplo de este tipo de vinos es el del gran enólogo Marcelo Pelleriti, uno de los mejores creadores de vinos del mundo, el primer enólogo argentino que logro los 100 puntos Parker con el Chateau La Violette 2010, un Merlot que hace en Pomerol, Francia. Al mismo tiempo la viene rompiendo con los increíbles vinos que crea para la Bodega Monteviejo. Y como si fuese, poco tiene sus vinos de autor que llevan su nombre, Marcelo Pelleriti Wines: www.pelleritiwines.com

Otro león de la enología argentina es Alejandro Vigil, quien también logró un puntaje perfecto del crítico estadounidense James Suckling con el Catena Zapata Fortuna Terrae 2012, un Malbec impecable. Pero Alejandro no solo hace los vinos para esta gran bodega, él también hace sus vinos de autor junto a Adrianna Catena. Son El Enemigo y El Gran Enemigo: www.enemigowines.com

Podríamos decir que el de autor es un vino que hace el creador a su gusto, sin importarle mucho la imposición del mercado.