Ysy A, además de convertir en hit toda pieza musical que publica, es una especie de máquina todo-lo-puedo capaz de convertir el plástico en oro. ¿Hacer del Parque Rivadavia el lugar más importante del freestyle en español? Listo. ¿Fusionar el tango, el sonido porteño más característico, con el trap? También. ¿Ser un referente musical llevando 22 años en este planeta? ¿Por qué no?

Como si eso fuera poco, Ysy A volvió a sorprender a su público de forma épica. Y, esta vez, con algo completamente novedoso. Alejo Acosta, autodenominado El Varón del Trap, a partir de este domingo 16 de agosto, se convertirá en el primer artista latinoamericano en protagonizar su propio cómic.

"Ysy A, El Cómic", fue realizado junto a Ovni Press, casa independiente que edita las publicaciones de la Marvel y DC para todo el país, y relata las andanzas del joven Alejo por las calles de Caballito y por los principales venues del país como un artista ya consagrado.

Ahora, algunos días antes de su publicación digital, Ysy A está en su casa con su chain en el cuello y sus Demoledoras puestas. No hay otro Ysy A. “Lo siento como una oportunidad hermosa de poder contar una gran historia”, empieza. Bueno, hasta ahí no hay nada novedoso: el creador de El Quinto Escalón, artista joven tier A, ¿qué más?

“…Que muchos dicen, por ahí, que saben. Pero muy poca gente sabe”, sigue él, con una sonrisa pícara, dándole un condimento aparte al lanzamiento de su historieta virtual. Y es que la cantidad de años que lleva Ysy A metido en los bajofondos culturales -que dejaron de serlo y hoy lidera- lo ponen en un punto donde pararse y verlo todo de forma retrospectiva.

“Es la historia de cómo se gestó este movimiento cultural tan fuerte que hoy reina en Argentina. Tanto las competencias de freestyle como la música rap, trap y aledaños. Lo siento como una oportunidad personal de contar, desde mi humilde punto de vista, como partícipe y como testigo más grande de todo lo que pasó, lo que viene sucediendo acá en Argentina”, explica.

Tanto la historieta como la música urbana conforman dos de los pilares más importantes de la cultura argentina y latinoamericana. Los dibujos de Bobillo, Wos, Mafalda, Trueno, El Eternauta, por poner algunos ejemplos, fueron y son materia de exportación a los mercados internacionales. Ahora, el mash up entre ambos es novedosísimo.

“A mi equipo le sorprendió bastante, ya que no es algo que hacemos habitualmente”, comenta, desde California, Matías Timarchi, el director de OVNI Press. “Pero enseguida les pareció una movida muy interesante, sobre todo para apuntar a un público que generalmente no lee cómic, pero que la influencia de una figura cultural como Ysy, seguro va a ayudar a que se acerquen al medio y descubran tal vez otras historietas y se conviertan en lectores”.

Ciertamente, la cuarentena afectó a todo el mundo. Ysy, sin quedarse en el molde, redobló la apuesta y, junto a su equipo, apostaron por hacer el doble de trabajos de los que hubieran hecho si la pandemia no hubiera ocurrido.

“En esa ambición por comernos el 2020 -más allá de lo que el 2020 nos está comiendo a todos- empezamos a tirar ideas imposibles y uno de los integrantes de trabajo de mi equipo personal dijo: ‘Hagamos un cómic de tu vida. Tenemos que contar tu vida en un cómic'”, cuenta Ysy. “’¡Pfuaaa!’, dije yo. No lo puedo creer, ¡22 años y van a hacer un cómic de mi vida! Nahhh, ¡soy un superhéroe de carne y hueso, sin más superpoderes que el trabajo mismo!”.

Así, poniendo manos a la obra, desde OVNI convocaron a tres nombres potentísimos del mundo del cómic: Luciano Saracino, un guionista de primera línea que publicó en más de diez idiomas; Fernando Baldo, dibujante que llevó sus obras a Estados Unidos, Italia y España, tres países top si de historietas se habla, y Exequiel Fernández Roel, diseñador gráfico que se encargó de darle color a los dibujos de "Ysy A, El Cómic".

“El proceso lo viví de una manera muy hermosa. Lo primero que tuve que hacer fue escribir hojas, y hojas, y hojas, y hojas, y hojas de texto que tengan, textualmente, todos los recuerdos desde un poco antes de mis trece años (cuando creé El Quinto Escalón) hasta el día de la fecha”, cuenta el protagonista de la historia. “Y, de ahí en más, fue un trabajo, con Lucho y los dibujantes, de dejar esa historia tan larga sintetizada de una manera linda. Lo vivo con muchísima pasión, a mí me encanta innovar y, de repente, me adentré en un mundo en el que nunca me había adentrado”.

Porque sí: Ysy A nunca fue de leer cómics. Tampoco ver series y películas. Él está, desde la mañana hasta la noche, compenetrado con la música. Su música. “Leía de chico algunos mangas, leía Naruto y cosas así un tanto antes de entrar en el mundo del Hip-Hop. Cuando a los trece años aprendí a rapear, nunca más hice otra cosa en mi vida. No le pude dar otro lugar en mi cabeza que a hacer rimas”, confiesa.

Si existe otra cosa que a Ysy A le apasiona, sin dudarlo, es el país donde nació. Sus homenajes a la cultura argentina son fuertes y claros. No por nada se hace llamar “El Varón del Trap” (“Un verdadero representante de nuestra música popular”, escribió sobre Julio Sosa en Instagram) y no por nada hizo un tema de tangotrap (“Buenos Aires, la ciudad más linda del mundo”, fue la dedicatoria).

¿Iba a perder la oportunidad de reflejar su amor por Argentina en su historieta? No. “Quiero que la ciudad represente a Buenos Aires. Les pedí que haya muchas banderas de Argentina, que se vea el Obelisco, que se vea el Parque Rivadavia porque yo cargo la bandera de este lugar con mucho orgullo y con mucho honor. Entonces busqué dejar plasmado, bien en claro, que esa historia pasó acá, en Buenos Aires, Argentina, para todo el mundo”.

Sin embargo, no es ese el principal objetivo de la historieta que Ysy A va a publicar junto a ese elenco Avenger de artistas. “Busco transmitir una filosofía de vida que aprendí por cuenta propia y que es: por más que las adversidades sean grandes y las dificultades aún más, si vos tenés bien, bien en claro que tenés un sueño y todos los días te levantás y le das un granito más, un granito más, un granito más… un día vas a tener un desierto. No hay con qué darle”.

A la lista de logros del primer párrafo se le suma ser el primer artista latinoamericano en publicar una novela gráfica. Sobre esto, Ysy vuelve a mostrar su hambre por alcanzar todo lo que se proponga y, si se puede, ir por más. “Desde que me dijeron ‘Mirá que vas a ser el primero, eh’, dije ‘¡Ohhhhhh, Dios!”, comenta, tirándose para atrás y agarrándose la cabeza con las manos. “¡Porque amo salir primero! Amo esforzarme, amo aprender, amo mejorarme y que, si es debido, ¡se me dé el título que merezco!”.