Después de pasar cinco años y medio en la Unidad Penitenciaria de San Rafael por un homicidio en General Alvear, Luciano Cabral salió de la cárcel, volvió a jugar en primera división y aseguró que "no es nada fácil".

Tras ser encontrado culpable como co-autor de un homicidio cometido en la ciudad de General Alvear el primero de enero del 2017, el futbolista -promesa de las inferiores de Argentinos Juniors- recibió una condena de nueve años y medio, mientras que su padre, José Cabral, fue el autor principal del hecho, y recibió 16 años. Según indica la causa, el padre asesinó a golpes a un joven que hostigaba a su hijo.

Cinco años después, el joven fue liberado por buena conducta, y comenzó a entrenar en las instalaciones del "Bicho" con el sueño de jugar en primera.

"Estoy muy contento de retomar mi carrera, de poder hacerlo en chile tratando de ir recuperándome día a día para tratar de tener el nivel de antes", comentó en diálogo con DSport Radio el futbolista de 27 años. Al momento del hecho, el jugador formaba parte del plantel de Athletico Paranaense, a préstamo desde Argentinos Juniors, pero no regresó a Brasil, ya que se entregó a la justicia el cuatro de enero.

Mientras estaba en la cárcel, Cabral aprovechaba las salidas transitorias para trabajar junto a un preparador físico. "Trabajaba pensando en que cuando me reinsertara completamente en la sociedad no me costara tanto. Busqué mucho todo el tiempo que estuve adentro volver a jugar y competir. Buscaba esta segunda oportunidad que por suerte me dio Coquimbo", sostuvo.

Acerca del camino, explicó que "no es nada fácil volver a competir en Primera Division, pero yo me mantuve con esperanza de poder empezar de vuelta".

Asimismo, el futbolista se refirió al tiempo en que pasó encerrado. "Se siente miedo día a día estando preso. En algunos momentos me favoreció ser futbolista y en otros fue perjudicial con los internos. Al final entendieron que lo único que quería era salir lo más pronto posible", aseguró Cabral.