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Ciencia

¿Por qué es importante proteger los bosques?

Muchos bosques se encuentran amenazados por la deforestación, la explotación excesiva, los incendios forestales o las sequías. En este contexto, especialistas del CONICET destacan su importancia para los humanos, la biodiversidad y la regulación del clima, mientras diseñan estrategias para su conservación.

¿Por qué es importante proteger los bosques?

Los bosques son importantes por una enorme variedad de razones: producen oxígeno a través de la fotosíntesis, esencial para la respiración; actúan como sumideros de carbono, ayudando a reducir la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera y a mitigar el cambio climático; proporcionan hábitats naturales para una amplia variedad de especies animales y vegetales; y tienen beneficios psicológicos y emocionales para las personas gracias a que el contacto con la naturaleza puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y promover la salud mental en general.

Pero sus bondades no se terminan ahí. Estos ecosistemas de árboles y arbustos ayudan a prevenir la erosión del suelo y la desertificación, absorben el agua de la lluvia y la liberan gradualmente a través de los arroyos y ríos, proporcionan protección contra desastres naturales como deslizamientos de tierra, inundaciones y avalanchas, y han sido parte de la cultura y la historia de muchas sociedades durante siglos.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebrar la importancia de estos ambientes en marzo de cada año y en este 2023 el lema es Bosques y Salud, una consigna que busca promover el cuidado de los bosques, más allá de los beneficios que como humanos podemos obtener de ellos.

En este contexto, y teniendo en cuenta que muchos de ellos se encuentran seriamente amenazados por diversos factores, como la deforestación, su explotación excesiva, los incendios forestales o las sequías; especialistas del CONICET analizan cuáles son las particularidades de algunos de los tipos de bosques que se encuentran en la región Nordeste de Argentina y cuentan cómo, a través de distintos proyectos y líneas de estudio, buscan generar aportes para su conservación.

En el caso del Bosque Chaqueño, la investigadora del CONICET en el Centro de Ecología Aplicada del Litoral, Micaela Camino, cuenta que genera importantes contribuciones no sólo en cuestiones materiales, como los frutos que son nuestra comida, sino que brindan sostén a nuestra existencia, principalmente porque cumplen la función de regular el clima y proteger los suelos fértiles. "Necesitamos los bosques para sobrevivir, tanto para quienes residen en las ciudades como para las comunidades locales y los pueblos indígenas que habitan en ellos", señala.

Respecto a la importancia de su conservación, explica que nos dan vida y nos permiten conservar la salud. Ante la tragedia del cambio climático, necesitamos de los bosques para que regulen el clima y también para la conservación de especies animales. "Muchas de ellas no pueden vivir sin los bosques, por eso cuando los cortamos ya sea para ampliar ciudades o para el desarrollo de la agricultura industrial, los estamos poniendo en riesgo y alterando todo un equilibrio del que nosotros también dependemos", destaca.

Y dada la alarmante pérdida de los bosques a raíz de la deforestación, Camino y sus colegas están diseñando estrategias de conservación que tengan en cuenta tanto a los animales que allí habitan como a las comunidades criollas e indígenas. 

En cuanto a la provincia de Misiones, otro grupo de especialistas del CONICET trabaja en la conservación de bosques que tienen la particularidad de ser extremadamente diversos. "Muchos de los proyectos en los que trabajamos están enfocados en especies amenazadas y en su hábitat, tratando de entender cuáles son los factores que las llevaron a estar en esa condición", explica Gustavo Zurita, investigador del Instituto de Biología Subtropical.

En este caso, la línea de estudio está específicamente vinculada a insectos como los escarabajos estercoleros y las arañas, que cumplen una función muy importante en lo que tiene que ver con la producción. Dada su en desaparición por actividades como la deforestación y el uso excesivo de productos veterinarios, lo que el equipo de Zurita está intentando es cuantificar los beneficios que tienen para la producción con el objetivo de demostrar el rol que cumplen, y tratar de generar recomendaciones que permitan combinar la producción ganadera y la conservación de la biodiversidad en el NEA.

Para él, hay dos perspectivas desde las que se trabaja en la conservación de los bosques. "La primera es ética y tiene que ver con la necesidad imperiosa de conservar el planeta en condiciones habitables para generaciones futuras, con una biodiversidad similar a la que hemos recibido. Otra mirada es más funcional y consiste en que la biodiversidad de los bosques, y los ecosistemas naturales en general, es fundamental para la supervivencia de los seres humanos. Es imposible pensar nuestra propia supervivencia sin las funciones que brinda la naturaleza, como la polinización de los cultivos, el ciclado de los nutrientes en el suelo o el almacenamiento de carbono para mitigar el cambio climático. De cualquier manera, ya sea por cuestiones éticas, morales o funcionales, no hay dudas de que necesitamos multiplicar los esfuerzos para la conservación de nuestros bosques”, concluye.

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