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Salud

Desentrañando el SIBO: cuando las bacterias invaden el sistema

Este trastorno parece estar de moda y miles de personas publicarán en sus redes contenido al respecto. ¿Qué es el SIBO? ¿Cómo frenarlo si lo tengo? ¿Por qué la mayoría de las pacientes son mujeres? En esta nota aclaramos algunas dudas. 

Desentrañando el SIBO: cuando las bacterias invaden el sistema

Desde hace ya algunos meses que el diagnóstico del SIBO (sobrepoblación de bacterias en el intestino delgado) existe en las redes sociales. Como una especie de boom extraño miles de usuarias en tiktok y en instagram comenzaron a generar contenido con dietas o información sobre este trastorno que es nuevo pero que afecta a muchísimas personas y que preocupa a la ciencia.

En una humanidad que cada vez se alimenta peor y es más sedentaria, este fenómeno aparece como una pequeña o gran advertencia de que las cosas no sólo no están bien sino que además se pueden llegar a poner peor. El término emerge como un fenómeno intrigante y un desafío para la digestión saludable.

En esta nota exploramos en profundidad este trastorno junto a la nutricionista Gina de Piccolo, quien nos brindó más datos sobre este nuevo síndrome de la pancita inflada y su relación con la microbiota.

Un fenómeno no tan nuevo

Si bien esta afección tiene larga data, las investigaciones en relación a lo que comemos, cómo lo comemos y, sobre todo, cómo lo descomponemos están aún a mitad de camino. Lo que sí avanzó fue la forma de detectarlo y es por eso que SIBO fue y es trending topic en muchas redes sociales.

"El SIBO son las siglas en inglés para referirse al sobre crecimiento bacteriano en el intestino delgado. Se presenta como una disbiosis, un desequilibrio en la microbiota intestinal. La mayoría de los microorganismos cohabitan en el colon, pero por razones aún en investigación, migran hacia el intestino delgado. Este desequilibrio genera una especie de trastorno muy molesto", describió de Piccolo.

Si las redes y la viralización son herramientas exponenciales a la hora de hablar de cualquier cosa, imaginemos cuando sucede con un diagnóstico del que poco se sabe y que afecta a tantas personas. De hecho, una de las problemáticas hoy es el exceso de pedidos de estudio y los falsos positivos o falsos negativos. 

"Existe una especie de sobrediagnóstico. Si tienes dolores abdominales, es común pensar en el SIBO. Sobre todo después de que influencers de distintos países confirmaron que tienen", indicó la nutricionista.


¿Somos sólo lo que comemos?

Si bien nuestro organismo está lleno de microbios, es en el aparato digestivo en donde coexisten la mayoría de ellos. La alimentación es la base pero, ¿es también la causa principal del SIBO? "La alimentación ciertamente tiene un impacto en nuestro equilibrio microbiano, pero no es la única causa", subrayó de Piccolo. El estilo de vida moderno también juega un papel. Con la reducción de la actividad física, una mala alimentación y niveles elevados de estrés, los desequilibrios pueden prosperar. "En Argentina, consumimos menos fibra de la necesaria, por ejemplo, lo que impacta directamente en la salud intestinal", señaló.

Es importante saber que el SIBO es la consecuencia de otro tipo de desequilibrio, lo cual, si sos SIBO positivo y lo tratás con antibióticos y dieta, si no se ataca el problema de fondo, lo más probable es que regrese. “Tenemos un estilo de vida que tiende a ser peor, es decir, poca actividad física, mucho estrés, eso coopera para que aparezcan estos desequilibrios. No solamente es la alimentación, aunque tiene un impacto muy grande y un cambio en ella puede mejorar muchísimo la calidad de vida, como ya aclaramos, hay otros factores a los que hay que prestarle atención”, indicó Piccolo.

"Esos factores pueden ser, entre otros problemas, la toma constante de antibióticos o de remedios gastrointestinales como omeprazol o similares", agregó la especialista. Según expertos, el problema no está en el SIBO, sino en la larga procesión de diagnósticos erróneos.

¿Qué hacer si tengo SIBO? 
 

Esta disfunción se detecta a través de un estudio de aire suspirado el cual parece ser parte del problema ya que es en donde se sobrediagnostican resultados.

"Lo importante es contar con especialistas de confianza y lo recomendado es que sea un nutricionista que esté especializado en estas cuestiones. Después seguro vendrá una dieta, en general se utiliza una que se llama FODMAP, que es una dieta de exclusión en donde se retiran algunos alimentos que tienen la característica de fermentar un poco más que otros. En teoría luego de todo eso, los síntomas bajan”, explicó Piccolo.

Además, la clave es buscar información confiable. Trabajo difícil porque hay demasiada y en general se contradice pero aún así existen lugares seguros a donde recurrir. “La Universidad de Monashe, por ejemplo, en Australia que es la fuente oficial para poder entender bien qué alimentos son los recomendados. O también la Asociación de Gastroenterología de nuestro país es muy buena”, añadió.

Y aunque parezca imposible, también podemos aplicar perspectiva de género

El cuidado es un legado socialmente femenino y tiene muchas aristas. No sólo las mujeres nos ocupamos de los hijos o hijas sino que además tenemos menos prejuicios a la hora de ir al médico o a la médica. Ésto da como resultado una sala de espera para cuestiones gastrointestinales colmada de mujeres pero casi sin cupo varonil.

¿El SIBO tiene género? Para la especialista no, pero el sesgo existe. Tanto varones como mujeres sufren estas dolencias pero son las mujeres las que más se ocupan. “La mayoría de pacientes para este tipo de dolencias son mujeres. Tiene que ver con que seguramente les importe más sentirse livianas y bien, bajar de peso, cuestiones culturales, etc. Son las más propensas a consultar, pero tanto hombres como mujeres deben buscar ayuda si experimentan síntomas de SIBO. Si estás hinchado, con gases y malestar, es esencial acudir a un gastroenterólogo”, sostuvo Piccolo.

Al estigma cultural del cuidado se le debe sumar un tema no menor: el tabú que tiene la cuestión intestinal en nuestra cultura. Los gases y todo lo que esté vinculado con lo escatológico tienen muy mala prensa pero está comprobado que el sistema digestivo y los intestinos tienen casi la misma cantidad de nervios que el cerebro, lo cual, cuidarlo es importantísimo para conseguir una salud integral. “Los hombres, a pesar de la posible vergüenza, también deben atreverse a buscar ayuda y sentirse cómodos en su salud digestiva”, finalizó la especialista.

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