Después de la polémica que surgió con la futbolista Jenni Hermoso durante la celebración del título en el Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda y la suspensión que le impuso la FIFA de cuatro meses, Luis Rubiales aceptó renunciar a la presidencia de la Federación Española.

El anuncio se realizó mediante una nota con el periodista inglés, Piers Morgan, en donde aseguró: "Sobre mi dimisión, sí lo haré. Lo haré porque no puedo continuar con mi trabajo".

"Hablé con mi padre, con mis hijas, con amigos cercanos. Me dijeron 'ahora debes concentrarte en tu dignidad, en continuar con tu vida, de lo contrario terminarás lastimando a las personas que amas, al deporte que amas y a lo que has construido durante mucho tiempo'. He tenido que aguantar mucho en las últimas semanas, pero no se trata solo de mí. Mi actitud puede tener consecuencias importantes y es hoy lo más inteligente que tengo que hacer", agregó.

A lo largo de este tiempo, han sucedido varias denuncias y repudios por parte de reconocidas personalidades del país y, además, hasta las futbolistas campeonas del mundo habían anunciado que no volverían a la selección mientras Rubiales sea presidente.

Por otro lado, también comunicó que le avisó a Pedro Rocha, presidente interino tras su sanción, de su decisión y que, por presión del presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, también se alejará de la vicepresidencia de la entidad debido a que perjudicaría la chance de España de organizar el Mundial 2030 junto a Marruecos.