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Evanescence en Argentina: La prueba de por qué el rock está más vivo que nunca

La banda, liderada por Amy Lee, regresó al país para recorrer todos sus grandes éxitos a través de un intenso concierto lleno de rock melódico en el Movistar Arena. 

Evanescence en Argentina: La prueba de por qué el rock está más vivo que nunca
Evanescence en Argentina: La prueba de por qué el rock está más vivo que nunca

Si hay algo que define a Evanescence es su capacidad innata de generar emociones con cada acorde. Después de girar por Estados Unidos, la banda decidió cerrar el 2023 trasladando su show al resto del mundo. Fue así que, el 7 de octubre, el “South American Tour” dio inicio en México, y tras pasar por Chile, hizo escala en Argentina para entregar un espectáculo eléctrico, de pura magia musical. Un recordatorio de que el nü metal sigue más vivo que nunca.

El Movistar Arena de Buenos Aires vibró con intensidad desde el momento en que el reloj marcó las 21:00 horas. Aunque el material de “The Bitter Truth”, su último álbum lanzado en 2021, fue el que más se escuchó durante el concierto, la lista de temas no solo dio lugar a sus composiciones más recientes sino que abrió juego hacia sus grandes éxitos. Con una estética gótica y con rasgos de metal, Amy Lee y su banda se adentraron en un viaje retro, celebrando dos décadas de su álbum "Fallen". Un disco que acompañó a los adolescentes del 2000, y que los convirtió en el grupo más influyente del metal alternativo.

El público argentino, conocido por su pasión desenfrenada por la música en vivo, no defraudó en lo más mínimo. La multitud había estado esperando este momento durante mucho tiempo y el entusiasmo era palpable. Lee hizo su entrada en el escenario, vestida de negro de pies a cabeza, con mangas largas que parecían ondear como alas. Su presencia irradiaba un aura de misterio y poder, lo que preparó perfectamente el escenario para la noche que se avecinaba.

Desde la primera estrofa de "Broken Pieces Shine" y "Made of Stone", el público enloqueció. Con una cierta inclinación melódica, Terry Balsamo (guitarrista), Troy McLawhorn (guitarrista), Emma Anzai (bajo) y Will Hunt (batería) tocaron una por una de sus power ballads. Ellos saben muy bien que su música tiene un efecto embriagador en la audiencia, y esto quedó demostrado cuando tuvieron que detener el espectáculo en dos ocasiones para permitir que todos se recuperaran de la sobrecarga emocional. “Por favor, pueden dar dos pasos para atrás. No queremos que nadie salga lastimado. Los amo”, dijo la artista entre risas y preocupación por la gente que estaba cerca de la valla.

El primer respiro llegó recién con el paso de "Lithium" y "Far from Heaven", las cuales fueron tocadas por la cantante en el piano. Después de interpretarlas, la banda proyectó un video resumen de su trayectoria a mitad del concierto, en una abrumadora pantalla que se teñía de tintes noventosos. El tributo ofreció a los fanáticos la oportunidad de revivir momentos especiales y recordar por qué Evanescence fue una parte fundamental de sus vidas durante casi tres décadas. Un testimonio visual de su impacto duradero en la la industria musical.

Los acordes de “Imaginary” comenzaron a sonar y el público pasó de las lágrimas a los gritos en cuestión de segundos. Cada canción fue interpretada con una pasión ardiente, como si fuera la primera vez que la banda las tocaba. Cada nota parecía transportar a un mundo donde la música era la única protagonista. La conexión entre el grupo y su audiencia se fortaleció a medida que avanzaba la noche. Era una experiencia compartida, un viaje emocional en el que todos fueron parte.

Better Without You”, “Use My Voice” y “Blind Belief” fueron las creadoras del devastador puntapié del final de la noche. El setlist culminó con una interpretación de "My Immortal", seguida de una emotiva despedida del público. “Muchísimas gracias. Muchísimas gracias por poner su corazón en este estadio, por ese dolor, sus vidas. Por todo lo que compartieron con nosotros esta noche. Y por todo lo que pasamos juntos en estos años. No lo puedo poner en palabras. Los amamos”, exclamó Amy.

Y así, Evanescence cerró el espectáculo con la misma intensidad que lo había iniciado. Porque, en última instancia, el concierto trató de eso: energía, emociones y música que trascienden el tiempo. A pesar de la elaborada puesta en escena que incluyó ingeniosos juegos de luces láser y visuales que acompañaban la estética de la banda, nada pudo desviar la atención de la voz inigualable y la fuerza indomable de la banda. Con la inquebrantable determinación que los caracteriza, el conjunto entonó "Bring Me to Life". El público se puso de pie y coreó cada palabra con un fervor contagioso. Agradecidos y conmovidos por el apoyo del público, los miembros del grupo tomaron la bandera de Argentina y se quedaron admirados por la pasión y el amor que recibieron de la audiencia.

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