En el tercer día de combate tras el fin de la tregua que permitió el intercambio de rehenes, el Ejército de Israel inició la expansión de sus operaciones hacia el sur de Gaza, zona a la que aún no habían accedido por vía terrestre.
Pese a que el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos tuvo éxito, las fuerzas israelíes responsabilizaron a Hamás por su fin y aseguraron que el grupo no cumplió con términos del acuerdo. Desde entonces prosiguieron dos días de intensos ataques, en los que fallecieron cientos de víctimas y en el tercero, el Ejército inició su expansión hacia el sur de Gaza.
"Luchamos fuerte y exhaustivamente en el norte de la Franja y ahora lo estamos haciendo en el sur", explicó Herzi Halevi -jefe del Estado Mayor del Ejército-.
Según Ashraf al-Qidreh, portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, más de 15 mil víctimas se cobró hasta el momento el conflicto que estalló el 7 de octubre pasado con el sorpresivo ataque de Hamás. Tras los ataques en Gaza durante los últimos días seguidos por nuevas movilizaciones civiles hacia el sur, Volker Turk, comisionado de la ONU para los derechos humanos, remarcó que “ya no hay lugar seguro en la Franja”.
Asimismo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron que, desde el inicio de la guerra, descubrieron más de 800 accesos a la red de túneles de Hamas en Gaza, y destruyeron al menos 500 de ellos hasta el momento. Este punto es en el que se apoya el grupo para hacerse fuerte en la zona de la Franja, y utiliza la red de túneles para contrabando, operaciones secretas y almacenamiento.
Más temprano este domingo, las FDI comunicaron que varios de sus soldados recibieron "heridas leves" tras ser alcanzados por un misil antitanque mientras patrullaban la zona de Beit Hillel, y luego informaron que identificaron lanzamientos de misiles desde Har Dov -área en disputa entre Líbano y Siria y actualmente controlada por Israel-. Desde su lugar, Hezbollah aseguró que atacó distintos lugares "en apoyo de nuestro firme pueblo palestino de la Franja de Gaza".