Este pasado 12 y 13 de septiembre Beto Cuevas regresó a Buenos Aires para presentar su concierto acústico donde lleva a su público a recordar aquellas versiones que supo hacer junto a La Ley en su MTV Unplugged. 

El artista chileno que continuó con su carrera solista consolidándose como una de las voces latinoamericanas mas icónicas del rock en español ofreció un concierto íntimo donde repasó un setlist que combinó lo mejor de su repertorio con los clásicos más entrañables de la emblemática banda que supo liderar hasta el 2005.

Temas como "Vuelvo", "Mentira", Fuera de mí", "Háblame", e "Intenta amar" fueron algunos de las canciones que generaron la complicidad con la audiencia que acompaño el formato con aplausos, vitoreos y el disfrute de cada acorde. 

También fueron de la partida los hits, "Prisioneros de la piel", "Día cero", "Delirando" y "Aquí" que hizo que el cantante desplegara todo su carisma y pasos "prohibidos" para el delirio del público. 

Asimismo, la noche del viernes también combinó un momento especial, ya que Beto cumplía 58 años y se tomó un tiempo para recibir las felicitaciones de la gente que lo saludó durante toda la noche y junto a una majestuosa torta del chef Patissier Gustavo Nari de 3 pisos de chocolate en rama blanco,  sopló las velitas al son del cumpleaños feliz. 

"Todo es perfecto", último tema que lanzó Cuevas, llegó para introducir a Javiera Flores, artista chilena que acompaña a Beto durante la gira y haces las voces deleitando a los presentes con su calidez y fuerza vocal. "Recíbanla en Argentino", dijo el artista remarcando la "g", tras contar cómo conoció a la cantante y cómo compuso la canción. 

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No faltaron además los covers como "Enjoy the silence" (Depeche Mode) y una versión de "Creep" (Radiohead) que interpretó Javiera poniéndola en primer plano y generando un clima íntimo y arrollador. 

El fin de la velada se acercaba y los acordes en guitarra de "El Duelo" empezaron a sonar. El juego de luces rojas, verdes y azules que predominaron toda la noche combinaban los diferentes momentos del tema, que en la jornada del sábado fue acompañado con la voz de Luz Gaggi, quién grabó en junio junto a Beto la versión que ya se convirtió en una de las favoritas de la gente. 

Tras el agite y euforia del público que de pie acompañaba los acordes del hit, la despedida llegó junto a "The Corridor", y una versión completamente íntima donde la voz de Cuevas alcanzó la fibra de los presentes que en un inmersivo silencio disfrutaron del tema, para luego ponerse de pie y ovacionar al artista chileno que dejó en claro que sea rock o sea unplugged sabe servir show del bueno y llevarse las mejores sonrisas de varias generaciones que lo siguen desde el obelisco hasta la cordillera de los Andes.