La crisis política en Francia parece no encontrar punto de reversión. Este lunes, apenas un mes después de asumir, renunció el primer ministro Sébastien Lecornu tras anunciar un Gabinete que no convenció ni siquiera a los aliados.
Su dimisión agrava aún más la crisis política que se desató en Francia tras las elecciones legislativas de 2024, que configuraron una Asamblea Nacional (Cámara baja) dividida en tres grandes bloques: izquierda, centroderecha y ultraderecha.
Lecornu, tercer premier de Macron en un año, asumió el cargo el 9 de septiembre pasado. Menos de un mes después, la falta de apoyo lo eyecta del cargo. Según la prensa europea, el malestar se detonó este fin de semana con el nombramiento de Bruno Le Maire al frente de Defensa. Ex ministro de Finanzas entre 2017 y 2024, Le Maire es señalado por distintos sectores como el responsable del elevado nivel de deuda pública (115,6% del PBI) del país. Se espera que Lecornu realice una declaración este lunes.
La dimisión del premier intensificaron la presión sobre Macron. El líder ultraderechista Jordan Bardella pidió un nuevo adelanto electoral de las legislativas. Mientras que la diputada de izquierda radical Mathilde Panot urgió a destituir al presidente, cuyo mandato termina en 2027.
Al mismo tiempo, coincide con un clima social convulsionado por las protestas de los sindicatos contra el ajuste fiscal y la presión de los mercados para un mayor control del gasto público.
Su predecesor Bayrou cayó cuando buscaba el apoyo del Parlamento para su plan presupuestario para 2026, que incluía 44.000 millones de euros de recortes (US$51.600 millones) y suprimir dos días feriados.