Picaduras de insectos, temperatura del agua, exposición al sol, ingesta de determinados alimentos pueden producir reacciones alérgicas. Lee cuáles son las medidas de prevención, los síntomas y a qué hay que estar alerta. Todas estas dudas las resuelve el médico especialista en Alergia e Inmunología, Jorge Máspero, director de la Fundación CIDEA (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias).
Picaduras de insectos
Las reacciones alérgicas por picaduras son algo habitual en esta época del año. "Las más comunes son las llamadas reacciones locales exageradas que son ronchas más grandes, dolorosas y duraderas. A veces son motivo de preocupación si las picaduras son muchas o si son en alguna zona crítica (párpados y orejas). Sin embargo, no implican un riesgo mayor" aclaró Máspero y adviertió: "El peligro está dado por las reacciones alérgicas sistémicas a picaduras de hormigas, abejas o avispas que en muchos casos van a producir reacciones de tipo anafiláctica que pueden costarle la vida al paciente que tiene ese tipo de alergia".
Si una persona sufre alguno de estos síntomas después de una picadura de insecto, requiere tratamiento médico de urgencia:
Urticaria en grandes áreas del cuerpo
Inflamación en la garganta o la lengua
Dificultades para respirar, mareos, calambres, náusea o diarrea
En casos extremos, una rápida caída de la presión arterial puede producir shock y pérdida del conocimiento
Temperatura del agua
"La urticaria por frío es mucho más severa durante los meses de verano. Se manifiesta generalmente con una reacción urticariana, a veces, incluso con pérdida de conocimiento en pacientes que se han expuesto al agua fría en un día de calor", explicó Máspero.
Exposición al sol
Existen fotoalergias que son reacciones alérgicas que se desencadenan después de una exposición solar. Además, el médico especialista en Alergia e Inmunología, explicó: "Algunos pacientes con alergias cutáneas de base suelen empeorar si sufren quemaduras solares".
Alimentación
Las vacaciones incluyen cambios en el hábito de alimentación. La ingesta de algunas comidas que durante la rutina del resto del año no se consumen, tienen como resultado que los pacientes descubren que son alérgicos.
"Los mariscos, por ejemplo, comparten con los ácaros algunas proteínas, de modo tal que los pacientes con alergias respiratorias al ingerir camarones o langostinos en muchos casos tienen reacciones alérgicas cutáneas", detalló eldirector de la Fundación CIDEA.