Este problema es de orden psico-neuro-muscular. Consiste en apretar los dientes durante la noche y hasta incluso provocar su rechinamiento. Es un comportamiento totalmente inconsciente, potencialmente destructivo sobre las pieza dentarias.
Las causas de esta patología no se conocen en su totalidad, pero se le puede atribuir al estrés, la alineación inadecuada de los dientes, la alimentación, la postura, los hábitos del sueño, entre otros.
Este hábito es casi imposible que pueda detectarse con rapidez, por eso es que en algunos casos puede llegar a niveles donde el daño sea extremo. En la mayoría de los casos es el dentista quien lo detecta tras algunos exámenes periódicos.
Lo más común y conocido es el uso de protectores dentales o férulas. A diferencia de lo que se cree, su uso no combate el bruxismo, sino que actúan a modo de prevención para los futuros desgastes o problemas de articulación temporomandibular.
¡No te preocupes! Para hacerle frente a esta afección te damos 7 alternativas caseras a implementar:
- Masticar una manzana, coliflor o zanahoria cruda antes de ir a dormir para calmar la mandíbula sobreactiva.
- Aplicar calor a las mandíbulas para relajar los músculos tensores de la mandíbula. Una opción es doblar una toallita facial, mojarla en agua caliente, retorcerla y aplicar en ambos lados de la cara.
- Ingerir valeriana. Puede ser en comprimido o en polvo. Tomar antes de dormir a lo largo de un mes. La valeriana ayuda a combatir el estrés que puede estar causando el bruxismo.
- Tomar una taza de flores de tilo antes de acostarse. Hervir 2 cucharadas de las flores en una taza de agua por 5 minutos. Al igual que la valeriana también ayuda a disminuir el estrés.
- Otra opción para poder dormir más relajado es beber por la noche un vaso de leche tibia.
- Mezclar 3 gotas de aceite esencial de lavanda con 1 cucharada de aceite de coco. Realizar masajes circulares en la mandíbula antes de dormir para relajar el área.
- Mezclar 3 gotas de aceite esencial de azahar con 1 cucharada de aceite de almendra. Efectuar masajes circulares en la quijada para relajar el área.
Si bien estas opciones sirven para paliar las dolencias y molestias es necesario recurrir frecuentemente al odontólogo para hacer un tratamiento más específico.
