La Oficina Regional de ACNUR para el sur de América Latina presentará una pieza artística compuesta por el músico Santiago Vazquez a partir del registro sonoro de personas refugiadas en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay. Además, además del lanzamiento del Informe de Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado 2020.
Así, la Agencia de la ONU para los Refugiados, llevará a cabo este año para conmemorar el Día Mundial del Refugiado, el lanzamiento de una pieza artística que invita a escuchar, conocer y reconocer la realidad e identidad de las personas refugiadas.
La obra fue compuesta por el reconocido músico argentino Santiago Vazquez, a partir del registro de las voces y sonidos de personas refugiadas en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, con el objetivo de reconocer, mediante la escucha activa, su capacidad de resiliencia en la reconstrucción de sus vidas.
Bajo el lema #EscucharPuedeCambiarElMundo, se estrenará el 20 de junio a las 20 en el evento online Jam Festival 2021, en conjunto con diversas acciones artísticas del resto de los países de América Latina y el Caribe.
La pieza se encontrará alojada en inmersiva.org, una plataforma sonora creada como espacio para promover la reflexión en torno a la realidad del desplazamiento forzado. Una vez lanzada, ese mismo día, el músico Santiago Vazquez estará compartiendo junto a los seguidores algunas impresiones y reflexiones del proceso creativo.
“En este Día Mundial del Refugiado tenemos la oportunidad de reconocer y homenajear el enorme aporte que realizan las personas refugiadas a nuestras sociedades. A través de la escucha nos proponemos fomentar la comprensión y la empatía hacia las personas forzadas a huir de sus hogares”, destacó Juan Carlos Murillo, Representante Regional de ACNUR para el sur de América Latina.
La acción nos invita a participar de una experiencia inmersiva, centrada en los sonidos de la vida cotidiana de personas refugiadas y migrantes de Nigeria, República Democrática del Congo, República Árabe de Siria, Venezuela y Cuba, que actualmente viven en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, y Uruguay.
Han participado de su creación familias, personas adultas, jóvenes, niños y niñas. La pieza es también una invitación a reconocer allí la fuerza de la diversidad, la potencia del sonido y la música como lenguaje universal, más allá de las fronteras.