A través del ministro Sergio Moro, el gobierno de Jair Bolsonaro presentó proyectos para cumplir sus promesas de campaña de lucha contra la corrupción e inseguridad. 

La propuesta conlleva la modificación de leyes del Código Penal y Electoral, entre otros. 

La ley propone ampliar el concepto de legítima defensa para los policías, quienes no serían culpados en caso de asesinar a ladrones por “miedo, sorpresa o emoción violenta”. 

En Brasil, la agente Katia Sastre se convirtió en diputada luego que se viralizara un video suyo asesinando a un ladrón en la puerta de una escuela. 

"No se amplía la legítima defensa, solo estamos dejando claro que determinadas situaciones cotidianas configuran legítima defensa", consideró Moro al presentar el proyecto.

Brasil es uno de los países más inseguros del mundo, cuenta con una de las policías más violentas del mundo y ser policía es una de las profesiones más inseguras en el país vecino. 

En 2017 hubo 63.380 asesinatos (175 muertes diarias), 5144 de ellos a manos de agentes de seguridad y 367 policías murieron. 

Por otro lado, en el paquete de proyectos de Moro ingresó uno para convertir en ley una doctrina judicial que se le aplicó a Lula y lo dejó sin chances de volver a la presidencia, allanando así la victoria de Bolsonaro y el ascenso a ministro de Moro.

El ex juez del Lava Jato propone que se institucionalice que luego de que una persona sea condenada en segunda instancia y cuando todavía le queden instancias para apelar, comience a cumplir su pena privado de la libertad. 

En julio, el Tribunal Supremo Federal consideró que el ex presidente debía quedar detenido aunque recién había sido condenado en segunda instancia y podía continuar apelando su condena. A partir de allí, Bolsonaro creció en las encuestas hasta ganar el ballotage en octubre.

La Corte Suprema brasileña volverá a emitir un fallo al respecto en abril. 

La candidata a vicepresidenta por el PT, Manuela Davila, consideró que este proyecto es "el núcleo del bolsonarismo: la cesación de las garantías individuales más importantes" y que la Policía tendrá "carta blanca para matar".