Las imágenes de la unión matrimonial entre una pareja santafesina llaman la atención: hay barbijos, sólo dos testigos y a una distancia prudente entre ellos, y una placa acrílica que separa al juez encargado de validar el trámite legal.

Fiama Cornbier y Germán Paolini son protagonistas de una historia que se repite en todos los países que toman medidas preventivas contra el Covid-19; protagonistas de un casamiento en media de una pandemia.

Las fotos -tomadas por Nicolás Yapert- retratan una situación muy particular pero que no es más que una extensión de lo que el mundo viene experimentando desde principios de año.

La sala previamente desinfectada, cada uno de los presentes con el correspondiente alcohol en gel colocado en las manos, los tapabocas, el fotógrafo a una distancia razonable y la placa de acrílico dandole el toque final: así es contraer matrimonio en medio del brote de COVID-19.

Según relataron a TN, no hubo arroz a la salida ni seres queridos felicitándolos. Tampoco habrá fiesta, Iglesia ni luna de miel.

Germán contó al portal que "el juez nos comentaba que era raro casarse con un acrílico de por medio, pero que era necesario para apuntalar los cuidados".

Y agregó: "Para nosotros, fue una alegría igual, porque llevamos siete años de novios, hace cuatro nos acercamos a una iglesia cristiana de Santa Fe, nos ayudamos con los estudios y los proyectos, pensamos en formar una familia juntos y ya queríamos convivir. Para lo demás, habrá tiempo, pero ahora estamos muy contentos".