Ir al contenido
Logo
Actualidad #Coronavirus

Coronavirus: ¿Es Suecia un modelo exitoso?

Varios sectores piden que se abra la economía tomando como modelo a Suecia. Pero hay algunos problemas con ese modelo...

Coronavirus: ¿Es Suecia un modelo exitoso?

Tal vez el país que más curiosidad haya despertado por su gestión de la pandemia desde que todo esto arrancó sea Suecia. A diferencia de sus vecinos, y a contramano de lo que terminaron haciendo prácticamente todos los países europeos más temprano o más tarde, el país escandinavo recomendó distanciamiento social pero tomó medidas mucho más relajadas: se mantuvieron abiertas las escuelas primarias, se mantuvieron abiertos los restaurantes y bares, todavía se permiten reuniones sociales de hasta 50 personas... 

El epidemiólogo jefe de Suecia, Anders Tegnell -cuya renuncia fue reclamada por un importante grupo de epidemiólogos e infectólogos en abril- explicó que la estrategia de mantener a todos encerrados no funcionaría (porque, tarde o temprano, "la gente terminaría saliendo igual") y que, por lo tanto, era mejor pensar un plan de largo plazo que tomara ciertas precauciones pero no rompiera tan fuertemente con la cotidianidad

Algunos sectores que reclaman que se "abra la economía" cuanto antes, están reclamando en los últimos días seguir ese modelo "exitoso" en Argentina. Pero...¿A qué le llaman "exitoso"?

Definitivamente lo es si se compara su cifra absoluta de muertos con, por ejemplo, la de Gran Bretaña, Italia o Alemania. En este hilo de Twitter, Rodrigo Quiroga, investigador del CONICET, sugirió que es razonable pensar que la diferencia en las cifras entre Suecia y esos otros países no se debe tanto al momento y el tipo de medidas tomadas como a la idiosincrasia local

En esta misma línea, según explicó Hans Bergstrom en una nota en Project Syndicate, en realidad no hubo ningún verdadero plan de gestión: lo que hubo es desidia por parte de las autoridades y si no explotó todo como en otros países del mundo fue por la altísima responsabilidad cívica de la población. Según la Encuesta Mundial de Valores, de hecho, los suecos combinan una gran confianza en las instituciones públicas con un individualismo extremo. 

Pero incluso tomando esto en consideración, el número absoluto de muertos dice poco, porque Suecia tiene apenas 10 millones de habitantes. Y si se toma en cuenta la cantidad de muertos por millón de habitantes, resulta que Suecia ya no es tan ejemplar: es el séptimo país del mundo con más muertos, con 276 por cada millón de habitantes

Una buena manera de entender si realmente funciona el modelo es comparar a Suecia con los otros países nórdicos, que tomaron medidas más estrictas, y analizar tanto su situación actual como la proyección a futuro. Mientras en Suecia la cantidad de casos es de más de 22 mil, sus vecinos no superan en ningún caso los 10 mil. 

Se podría objetar, y con razón, que Suecia tiene el doble de habitantes. Pero eso no explica por qué la mortalidad es tanto más alta que en Dinamarca o Noruega. En Suecia, hasta ahora, murieron 2800 personas. Mientras tanto, en Dinamarca murieron alrededor de 500 y en Noruega, alrededor de 200. O sea que Suecia cuadruplica la cantidad de muertes por COVID sumada de sus dos vecinos (que tienen, entre los dos, la misma cantidad de habitantes que Suecia). 

Y estos datos se refuerzan cuando se proyecta la cantidad de muertos a dos meses. Según un modelo realizado por el  Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington, Suecia habrá tenido para agosto más de 10 mil muertes por COVID-19. Dinamarca y Noruega, por su parte, no sobrepasarán las mil muertes entre los dos. 

Saquemos algunas conclusiones.

Que la curva de contagios se achate es "fácil". Por la dinámica normal de la circulación de un virus, la curva tarde o temprano se achata, y por eso en los próximos meses, cuando pasen los picos en casi todos los países del mundo, nos cansaremos de escuchar hablar de los ejemplos exitosos de los que supuestamente lograron achatar la curva sin tomar medidas restrictivas.

Pero no alcanza con que la curva se achate. La curva de contagios de la pandemia de Gripe Española de 1918 también se acható, pero en el camino murieron entre 20 y 40 millones de personas. No queremos achatar la curva porque las curvas planas nos resulten más lindas que las curvas con picos: queremos achatarla porque sabemos que cuanto más plana sea la curva, más vidas se habrán salvado.

Todos los países, tomen las medidas que tomen, terminarán por aplanar la curva. Lo que hay que ver es cuántas vidas se perdieron en ese proceso de achatamiento. Y en Suecia, según todos los pronósticos, parece que serán muchas más que las que se habrían perdido de haber tomado medidas como las de sus vecinos. 

La única cifra que, hasta ahora, puede hablar del éxito de un país en la gestión de esta pandemia es la cantidad de muertos. Y Suecia no es precisamente un ejemplo en este sentido. 

  • Coronavirus

Ultimas Noticias