El gobierno de Francia decidió este jueves adelantar a las 18 horas el comienzo del toque de queda, que hasta ahora empezaba a las 20, con el objetivo de reducir los contagios de coronavirus que ponen en jaque a los hospitales. 

El primer ministro galo, Jean Castex, fue el encargado de comunicar la medida, que cuando entre en vigencia correrá para todo el país ya que desde el 2 de enero funcionaba para 15 departamentos.

Francia acumula más de 69.000 víctimas fatales a causa de la pandemia y es uno de los países más golpeados de Europa. Mientras tanto, el gobierno fue muy criticado por el lento comienzo de la campaña de vacunación, destinada por ahora a los hogares de ancianos.

En conferencia de prensa, Castex afirmó que la situación en Francia por ahora está "controlada" pero instó a "hacer más esfuerzos" para frenar su avance. 

Junto con el toque de queda de 18 a 6 en todo el país, exigirán un test negativo de coronavirus para quienes ingresen desde fuera de la Unión Europea.

El primer ministro confirmó que los colegios, al menos por ahora, se mantendrán abiertos pero con un refuerzo todavía mayor de los controles, por la mayor contagiosidad entre jóvenes que arrojan los estudios científicos sobre la nueva cepa.

"Estamos controlando la situación, pero todavíanos encontramos en un momento difícil. Debemos continuar aplicando medidas sanitarias muy estrictas", dijo Castex, quien negó un nuevo confinamiento total, al menos por ahora.