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¿Nuevo "rulo"? El negocio financiero de los bancos que le pone un freno al dólar

Los bancos están explotando un "rulo" entre las distintas cotizaciones del dólar que les permite embolsar jugosas ganancias sin tomar riesgos. El paso a paso del negocio y por qué es perjudicial para pequeños ahorristas, en esta nota.

¿Nuevo "rulo"? El negocio financiero de los bancos que le pone un freno al dólar
Las entidades bancarias captan ganancias sin riesgo por la brecha entre las distintas cotizaciones del dólar.

Luego de meses de calma en los mercados paralelos del dólar, el billete verde volvió a ser tema de conversación. Mientras vuelven las cuentas sobre las reservas disponibles del Banco Central y se hacen apuestas sobre el posible final de la paz cambiaria, los bancos están haciendo un "rulo" financiero que les deja ganancias sin tomar riesgos a partir de la brecha entre las cotizaciones.

Las Obligaciones Negociables

El negocio se realiza a partir de las Obligaciones Negociables (ON), que consisten en títulos de deuda emitidos por empresas privadas. A través de este instrumento financiero, las compañías toman deuda denominada en dólares en el mercado de capitales destinados a inversión productiva o a cancelar vencimientos de pasivos previos. 

La deuda corporativa viene tomando fuerza en el mercado financiero por tratarse de instrumentos donde se canaliza el ahorro en dólares, pero sin asumir el riesgo de los instrumentos de deuda del Estado Argentino. Invertir en deuda externa argentina cuando el Riesgo País se ubica por encima de los 1.800 puntos resulta arriesgado. Mientras tanto, las empresas que ofrecen Obligaciones Negociables suelen estar dedicadas al comercio exterior, generan dólares y presentan balances sólidos. 

Por todo esto, las ONs suelen formar parte del menú de recomendaciones de los asesores financieros a los clientes que tengan dólares disponibles para invertir a cambio de buenos rendimientos y bajo riesgo. Sin embargo, en las últimas semanas muchos inversores debieron absorber pérdidas al suscribir en licitaciones de este tipo de deuda. 

Las Obligaciones Negociables emitidas por empresas argentinas, o extranjeras que operan en territorio argentino, ofrecen un rendimiento que va del 5% al 12%, e incluso del 15% anual. La diferencia entre las tasas que paga cada título depende de muchos factores como la calidad del balance de la empresa, las protecciones legales, el tipo de cupón y el vencimiento del bono.

Una de las vías preferidas para acceder a esta herramienta es ofrecer dólares al momento de la licitación de alguna ON. El mecanismo funciona de esta forma: una empresa anuncia que va a emitir deuda, informa el monto de dólares que desea adquirir y el plazo al que va a devolver el dinero; los bancos y las casas de bolsa pasan el anuncio a sus clientes incorporando el rendimiento aproximado que se espera que tendrán los títulos (ya que la tasa se conoce una vez emitida la deuda, es imposible saber de antemano cuál va a ser a ciencia cierta); y por último los inversores que quieren participar transfieren los dólares a través de la entidad financiera.

El negocio que rompe el mercado

Pero en las últimas colocaciones, muchos ahorristas que no contaban con toda la información disponible perdieron dinero. Esto ocurrió porque ingresaron a licitaciones esperando rendimientos en dólares como los mencionados anteriormente, pero se encontraron con emisiones que otorgaban tasas muy inferiores. Por caso, esta semana el Banco Hipotecario llegó al límite de colocar deuda a tasa 0.

Antes lo había hecho John Deere, al captar US$10 millones al 3%, Naranja X tomando US$7 millones al 5% o el Banco Macro que obtuvo US$17 millones al 1,45% anual. El problema es que este nivel de tasas no se condice con los rendimientos que se pagan en el mercado de Obligaciones Negociables. Por ese motivo, a las horas de haberse emitido y comenzar a cotizar en el mercado secundario, los rendimientos se elevan hasta llegar al 12,3%; 10% y 5%, respectivamente. En el medio del proceso, los inversores que ingresaron en la licitación primaria perdieron grandes cantidades de su capital, ya que la suba del rendimiento de un título de deuda tiene como contrapartida una caída en su precio.

Si los pequeños o medianos inversores están perdiendo dinero, cabe preguntarse quién está ganando con estas operaciones opacas.

Las entidades bancarias se tienen dólares disponibles en su posición general en moneda extranjera. Esto ocurre como consecuencia de la Circular A 7340 del Banco Central, destinada a desincentivar otro rulo financiero, que obliga a los inversores que tienen saldos en dólares en sus cuentas de inversión a pasar por los bancos para luego volver a invertirlos en la bolsa. Debido a que el Impuesto a los Débitos y Créditos grava estas transferencias, las empresas dejan saldos en dólares inmovilizados en sus cuentas de inversión, lo cual incrementa la cantidad de divisas que tienen disponibles las entidades financieras.

Por las regulaciones en los mercados de cambios, los bancos tienen opciones limitadas para colocar las divisas en operaciones que generen rendimientos, al tiempo que no tienen permitido convertirlas en pesos a través de los tipos de cambio financieros (MEP o CCL) para obtener rentabilidad. La opción que tienen es recurrir a la cotización oficial, pero que se encuentra en $116 mientras el dólar MEP se ubica en $205.

En ese marco, los bancos encontraron un vacío regulatorio para explotar esta brecha entre cotizaciones y embolsarse la diferencia en pesos. Lo hacen a través de las Obligaciones Negociables, y esto explica la distorsión en los rendimientos ofrecidos durante las últimas licitaciones. 

Las entidades financieras utilizan los dólares disponibles para suscribir en la emisión de ONs a cuenta propia. A las 48 horas de ser emitidos, estos títulos de deuda pueden ser comercializados tanto en dólares como en pesos a través del mercado financiero. Y en ese momento, los bancos venden sus títulos en moneda local al equivalente de la cotización del dólar MEP. Finalmente, con los pesos obtenidos vuelven a hacerse de dólares pero esta vez dentro del mercado oficial mayorista (MULC).

A través de este "rulo", los bancos multiplican su posición en dólares explotando la brecha entre la cotización oficial y el MEP. Por ejemplo: venden sus títulos cotizados en dólar bolsa, alrededor de $205, con un descuento del 10% queda en $185; luego vuelven a comprar dólares en el mercado oficial a $116. De esta forma, embolsan una diferencia de alrededor de $69 por cada dólar, lo cual equivale a un 60% de ganancia.

El descuento del 10% mencionado anteriormente se debe a la diferencia entre el rendimiento de mercado de las Obligaciones Negociables y el que suscriben los bancos al validar colocaciones a una tasa del 0%. Cabe destacar que esa pérdida es absorbida por los ahorristas que ingresan a las licitaciones de ON esperando un rendimiento de mercado. 

Este rulo explica cómo era posible que algunas empresas puedan salir a financiarse en dólares a una tasa menor que la que ofrecen las colocaciones del Tesoro de los Estados Unidos, considerada la tasa libre de riesgo a nivel global. 

Finalmente, aunque el Banco Central asegura que no alienta esta operación, el "rulo" de los bancos ayuda a mantener las cotizaciones financieras en regla. Esto sucede por la gran oferta que resulta de la venta de dólares MEP por pesos en el mercado financiero cuando las entidades se deshacen de las Obligaciones Negociables. 

La maniobra de los bancos fue advertida por el Gobierno y se envió una alerta a las entidades. Sin embargo, lo llamativo es que mientras el oficialismo se hunde en una disputa interna sobre la distribución del ingreso en Argentina, tres o cuatro vivos se vuelven a embolsar jugosas ganancias extraordinarias.

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