Tras las elecciones generales ocurridas el pasado domingo, la representante de la oposición por el partido Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro, continúa encaminada a convertirse en la primera mujer presidenta electa en la historia de la República de Honduras. 

Lógicamente esta falta de confirmación proviene del Consejo Nacional Electoral que si bien sobre el cierre de la jornada electoral informó de una contundente ventaja de la candidata al Palacio del Valle, lo cierto es que el país transita una enorme demora sobre el recuento y la oficialización de los resultados. 

De momento, Castro reúne el 53,6% de los votos, lejos del 33,9% del candidato oficialista, Nasry Asfura, del Partido Nacional (PN), que está en el poder desde hace 12 años. En tercer puesto figuraba el aspirante del Partido Liberal, Yani Rosenthal, con apenas un 9,20%.

“¡Gracias pueblo! Revertimos 12 años de lágrimas y de dolor en alegría. El sacrificio de nuestros mártires no fue en vano. Iniciaremos una era de prosperidad de solidaridad por medio del diálogo con todos los sectores, sin discriminación y sin sectarismo”, comentó desde sus redes sociales la propia Castro. 

Lo cierto es que con el 51.45% de las actas escrutadas y paralizadas en ese porcentaje, de momento no han habido pronunciamientos de las autoridades competentes. 

Medios locales se refirieron al caso antecedente a estas presidenciales cuando en 2017 la tendencia cambió repentinamente, después de que el conteo se detuvo durante horas, pasando el triunfo a manos del actual presidente Juan Orlando Hernández.

El hecho fue fuertemente cuestionado, desencadenando protestas por sospechas de fraude y activando el aparato represivo ejecutivo, el cual derivó en una treintena de muertos.

En los números actuales, el espacio Libre gana 17 de los 18 departamentos y se queda con la alcaldía de Tegucigalpa para Jorge Aldana, quien también desde sus redes sociales escribió: “la capital es Libre”.

Aunque cuando la oficialización parezca lejos de tener lugar, la esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya (2006-2009) se convertirá en la primera mujer en gobernar Honduras, luego de su primer intento en el año 2013 y tras haber sido candidata a vicepresidenta en el 2017.

El derrocamiento de Zelaya en junio del 2009 dio inicio a lo que se consideró posteriormente como el "ciclo de golpes blandos" en América latina, prolongado hacia Paraguay, Brasil y Bolivia.

De confirmarse su victoria, la entonces mandataria electa sustituirá a Hernández, quien gobernó por dos períodos consecutivos y culmina su mandato en medio de acusaciones de narcotráfico desde los Estados Unidos.

A partir del 27 de enero próximo, a Castro le tocará gobernar un país golpeado por la violencia de las pandillas, el narcotráfico y dos feroces huracanes que en 2020 arrasaron una Nación que presenta un 59% de sus 10 millones de habitantes por debajo de la línea de la pobreza.

Además, el desempleo pasó de 5,7% en 2019 a 10,9% en 2020, generando que parte de sus ciudadanos busquen mejor suerte en el norte del continente, dando forma a lo que se conoce como la “caravana migrante” iniciada años atrás.