La ansiedad matemática se refiere a esos sentimientos negativos que nos genera esta ciencia de lo abstracto. Y aunque equivocarnos en general no es un sentimiento agradable, para las personas con ansiedad matemática esto puede resultar en una gran cantidad de oportunidades evitadas, desde cursos hasta carreras lucrativas en ciencias e ingeniería.

Según los científicos, este vínculo entre la ansiedad y la evitación tiene implicaciones críticas en el rendimiento: crea un círculo vicioso que resulta en una práctica limitada que a su vez lleva a un bajo rendimiento, mayor ansiedad y mayor tendencia a evitarla.

En un estudio publicado en la revista Science Advances, los investigadores plantearon la hipótesis de que evitar la matemática está relacionada con nuestras percepciones sobre los costos y beneficios de nuestro compromiso con esta ciencia, y que esas percepciones van a depender de nuestra ansiedad matemática.

Para probar esa hipótesis estudiaron lo que se conoce como "comportamiento motivado" o, dicho de otra manera, la toma de decisiones basada en la evaluación de los costos y beneficios en relación con los esfuerzos que nos implica una tarea.

Le pidieron a los participantes que resolvieran problemas matemáticos y de palabras, pudiendo elegir entre fáciles (con menor recompensa monetaria) y difíciles (con mayor recompensa).

Y aunque tiene más sentido ir por los problemas difíciles, las personas con ansiedad matemática eligieron los más fáciles a pesar de la promesa de una mayor recompensa. Esto incluso fue independiente de la capacidad de esas personas para responder los problemas difíciles (los investigadores adaptaron las preguntas de modo tal que todos pudieran responder al menos el 70% de ellos).

Trabajos previos habían mostrado incluso que el solo hecho de pensar en resolver problemas matemáticos activaba en las personas con este tipo de ansiedad áreas de su cerebro relacionadas con sensaciones de dolor físico, lo que sugiere que la ansiedad podría conducir a una respuesta tanto física como emocional.

¿Qué se puede hacer? 

Kyoung Whan Choe, becario postdoctoral en la Universidad de Chicago y autor principal del estudio, sostiene que existe la posibilidad de convertir el círculo vicioso de la ansiedad matemática en un círculo virtuoso de éxito matemático.

Algunas de las cosas que sugieren es darle a los estudiantes tiempo para resolver sus exámenes y orientarlos sobre cómo racionalizar la ansiedad de antemano. Otra táctica puede ser crear experiencias positivas tempranas sobre las matemáticas, como contar historias y resolver problemas basados en estas.

Finalemente destacan la importancia de abordar esa evitación matemática para que seamos capaces de romper este círculo vicioso antes de tomar decisiones académicas y ocupacionales críticas.