Julián Lemar es un escritor de novelas de suspenso. La saga del Escorpión es un éxito en ventas, y así se lo recuerda Mercedes (Carola Reyna), la propietaria de la casa en la que el autor pasará unas vacaciones con su familia. O algo por el estilo, ya que la editorial le pide que continúe la historia. —Mirá que el autor de Espadas y Dragones se durmió en los laureles y los productores hicieron lo que quisieron con su serie—, le recuerdan, pero esa no es una frase de su editor, sino de su pareja. Y acá la cosa se empieza a poner extraña. ¿Cómo le repitió exactamente las mismas palabras que Pablo? Aún así, no tan extrañas y desesperantes como llegada la noche, cuando se corte la luz, y a oscuras una desconocida (Carla Quevedo, que compone el arquetipo de la víctima con la vista perdida y el rimel corrido) que entra temblando y dejando huellas de barro en la entrada les cuente que su marido (un Diego Cremonesi que ejecuta miradas siniestras que hacen a su personaje) mató a su bebé y que ahora va a ir tras ella.

—¿Tuviste una pesadilla?— la pregunta lo saca de sus pensamientos. —Fue mucho más real que eso—. De esta manera la noche para Julián se volverá como un espiral, un bucle en el tiempo, del que sólo podrá salir si logra unir las pistas, o recorrer todos los caminos, como nos muestra la película en su presentación del elenco y créditos.

"Ecos de un crimen" es la vuelta de Diego Peretti y Julieta Cardinali a una ficción juntos. El actor y la actriz compartieron elenco en la tira televisiva "Máximo corazón" (2002, 2003) y años después se reencontraron en "En Terapia", que les permitió explorar otros límites del encuentro paciente-analista, algo de lo que de alguna forma, y con otros tintes, los nutrió de algún modo para trabajar y explorar por primera vez el mundo de la psiquiatria y psicología, que juegan su propio rol en este thriller recién llegado a los cines. 

"Creo que lo que nos sirvió mucho fue conocernos como actores y personas. Esta película la empezamos a ensayar por zoom, así que hubo un camino recorrido para Diego y para Julieta, de tener confianza y saber por dónde vamos", cuenta Julieta en diáligo con Filo.News.

La película, que cuenta con dirección de Cristian Bernard ("76 89 03") y guión de Gabriel Korenfeld (autor del film de Ariel Winograd, "Permitidos"), no sólo propone el regreso de esta dupla sino también el de Quevedo y Cremonesi, quienes se reencuentran luego de rodar "Monzón", biopic del boxeador, donde interpretaron a Alicia Muñiz y al fiscal Gustavo Parisi.  

Así como su protagonista podría hacernos acordar a autores de renombre en el género como a John Katzenbach (El psicoanalista) y por supuesto a Stephen King me es inevitable pero principalmente interesante, preguntarles a los protagonistas cuánto les gusta el género de suspenso. 

"Yo soy buena espectadora del cine de terror. Películas de miedo me he visto casi todas", expresa Julieta, al tiempo que Peretti complementa, que son los films que "me mantienen despierto".

"A mí el suspenso, los thrillers psicólogicos, me gustan mucho. En este proyecto, con la historia y la capacidad que tiene el director, estábamos en condiciones de contar un cuento que tocara esas notas", reflexiona el actor.

"Todas las películas que me vienen a la mente esta película las cita en planos, detalles y músicas: las de Brian De Palma ("Carrie", "Los Intocables", "Cara cortada"), Alfred Hitchcock ("La ventana indiscreta", "Psicosis" con la recordable escena de la ducha), como emblemas del género", destaca.

Y hay más. Recién decía que por supuesto homenajea a Stephen King. Y justamente porque tiene mucho de El Resplandor: un escritor perturbado que busca terminar su obra, por lo que planea que una casa alejada de la urbe será el sitio "para desconectar", aunque lógicamente pasa lo contrario. Un escritor que a diferencia del Jack Torrence de su tocayo Nicholson tiene una navaja pero que no tardará en manipular un hacha.

Y si pensamos en la versión cinematográfica de Stanley Kubrick, también, por más que al escritor le pese que adaptó su novela y la convirtió en un thriller de culto en sí mismo: con esos pasillos ensangrentados, y un espacio sórdido del que Bernard se nutrió para crear la casa de las pesadillas de Julián.

Sin embargo, así como a sus primogénitas cinematográficas contemporáneas, "Ecos de un crimen" me hizo recordar otras novelas del género. Como "Terapia" la primera del escritor y periodista alemán Sebastian Fitzek. Allí su Julián se llama Viktor Larenz y como Peretti también es analista, aunque no psiquiatra sino psicoanalista. Él se recluye en una remota casa en una isla donde intenta transitar el duelo por la muerte de su hija Josy.

Así como en la película, la lluvia crea en el relato un paisaje turbulento en el que el protagonista intenta sobrevivir y escapar desde que llega una mujer que trae consigo sus propios fantasmas.

La fascinación por la mente criminal es otra de las líneas argumentales del relato. —¿Cómo hiciste para crear un personaje tan siniestro?— le pregunta Mercedes a Julián, a lo que su pareja acota: —Todo eso sale de la cabeza retorcida esa.

Y sabemos que las cabezas retorcidas, o más bien el interés por el género, no viene sólo de las mentes masculinas, bien basta recordar a Mary Shilley y la criatura de su Victor Frankenstein. Pero no nos vayamos de tema sino más para Argentina, donde vivimos el auge de escritoras como Mariana Enríquez, de quien precisamente el personaje de Julieta Cardinali lee una novela en el momento que le pregunta a Julián, entre las velas, si tuvo o no una pesadilla.

Enríquez, quien además de escribir colecciones de cuentos como Los peligros de fumar en la cama y Las cosas que perdimos en el fuego (por nombrar algunos), realizó la biografía de Silvina Ocampo, La hermana menor. ¿A qué voy con todo esto? a cómo "Ecos de un crimen" también referencia a la más joven de la dinastía de la que también provino Victoria, con las claraboyas como una de las imágenes sensoriales claves de la historia.

Silvina escribió en su cuento "Cielo de Claraboyas", la perspectiva de una niña sobre lo que sucede en la casa de arriba de la de su tía. Mientras que en la casa donde se hospeda Julián forman una pared, que recorre con sus dedos la desconocida Ana mientras tararea una canción de cuna. Hacia el final, las claraboyas vuelven a aparecer en escena.

Así como la fascinación de Mercedes, o la de los protagonistas con el género. Pienso, ¿cómo se llevarán ellos mismos con la fama, con esos momentos en la vida real, momentos en que los reconocen y les expresan su cariño del otro lado de la pantalla?

"Entiendo que la gente nos ve, nos reconoce y nos felicita por los trabajos pero no es una fama enfermiza como puede ser la de un personaje como Maradona, Messi, es una fama agasajadora", expresa Peretti, mencionando casi casualmente al astro del fútbol de quien recientemente se estrenó su biopic "Maradona: Sueño Bendito" por Amazon Prime Video, protagonizada por su compañera, Julieta Cardinali.

"Ecos de un crimen" es la segunda película argentina (luego de "Hoy se arregla el mundo") que llega a las salas de cine. Una producción de Particular Crowd y Tieless Media, que tras su paso por las carteleras estará disponible por la plataforma de HBO Máx. Un film que mantiene las bases y vicios de cineastas y thrillers íconicos, y que mediante su guión nos va dando, como a su protagonista, las pistas para ir tras de una verdad predecible e inevitable.