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¿Qué es el cine con perspectiva de género y por qué es necesario?

Las mujeres y disidencias tenemos historias que contar. Hablamos con ‘Cartelera Feminista’, un grupo de cineastas que busca visibilizar las miradas por fuera de la industria patriarcal mainstream.

¿Qué es el cine con perspectiva de género y por qué es necesario?
Entrevista

“¿Se dieron cuenta de que hay un montón de películas nuestras estrenando en este momento?”; con esa pregunta como disparadora, y “medio como un hashtag”, un grupo de directoras se encontraron a finales de 2019 estrenando “en los márgenes” diferentes historias con un denominador común: todas pensaban el mundo bajo una mirada social y de género. “Ahí fue cuando dijimos bueno, ¿qué hacemos con eso?”.

Así nació Cartelera Feminista, la agrupación integrada por Sabrina Bianco, Natalia de la Vega, Josefina Recio, Lucía Vassallo, Ana García Blaya, Karina Sama, Susana Nieri, Marilina Giménez, Luciana Bilotti, Carolina Alvarez, Vanesa Pagani, Valeria Pivato, Amparo Aguilar, Macarena Garcia Lenzi, Valentina Llorens, Alejandra M Marino, Laura Casabe, Valeria Tucci, Ana Piterbarg, Maura Del Pero, Mercedes Moreira y Cecilia del Valle. Llevan como bandera una misión clara y concisa: “Por más cine hecho por mujeres y disidencias”.

Hoy cuentan con miles de seguidores en redes sociales, donde aprovechan para promocionar todos los trabajos: “Nos dimos cuenta de que podíamos difundir nuestras películas de manera colectiva y conjunta, poder acompañarnos unas a las otras. La audiencia de la otra no es algo a robar, sino algo para construir para todas. Nos fuimos organizando en la comunicación, difusión, distribución, y también pensar que tiene de particular el cine que hacemos, pensar el mundo en que vivimos con una perspectiva transfeminista”, recuerdan, en diálogo con este medio.

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Por primera vez en la historia de los Oscar, este año dos mujeres fueron nominadas dentro de la categoría 'Mejor dirección': Chloé Zhao y Emerald Fennell. Sí, el record fueron dos mujeres. Lejos de ser una casualidad, este escenario se repite en todas las entregas de premios, y habla de una realidad que va mucho más allá que eso: la falta de representación, espacio y visibilización de las mujeres y disidencias en el cine. 

Fueron mujeres como Agnés Varda, Alice Guy o Lois Weber quienes hicieron historia como pioneras a nivel mundial. En un breve recorrido histórico, en Argentina podemos nombrar Emilia Saleny (“El pañuelo de Clarita”), Marie Louise Alemann (“El carro de mi mamá”), Narcisa Hirsch (“Patagonia”), María B. de Celestini (“Mi Derecho”), Renée Oro (“La Argentina”), Vlasta Lah (“Las furias”), Lita Stantic (“Un muro de silencio”) o Maria Luisa Bemberg (“Camila”). 

Maria Luisa Bemberg

“A mi nunca me bastó la vida para la cual me habían programado. Ser una mujer de su casa, una buena madre, una buena esposa, una mujer que cuidara su aspecto físico, mundana, siempre me producía como un gran vacío”, decía Bemberg, según recopila el libro “Mujeres, Cámara, Acción”, Rolando Gallego y Catalina Dlugi. 

Aunque todas estas mujeres abrieron camino a las nuevas generaciones, como Lucrecia Martel, Albertina Carri o Ana Katz, el camino no fue fácil: tuvieron que hacerse lugar en un sistema androcéntrico que continúa hasta el día de hoy. Vayamos a los números: según un informe publicado por INDEC en 2018, las mujeres representan el 61% del total de egresades en artes audiovisuales; sin embargo, solo el 38% ocupan puestos laborales en la industria audiovisual. El Colectivo de Cineastas indicó que el 70,96% de las películas a nivel nacional en 2020 fueron dirigidas por hombres, mientras que el 21,50% por mujeres y un 7,52% mixto. 

A su vez, las mujeres son cabezas de equipo en los rubros feminizados y no en los espacios de poder. El 85% son líderes de equipos en maquillaje, un 37% de asistente de dirección, y un 12% en dirección de fotografía. Los salarios, por su parte, son más bajos que el promedio que reciben los varones, en un 3,64%. Las personas travestis, trans, no binarias no cuentan con datos estadísticos.

“Se juntan dos problemas que hay que analizar con mirada de género: la falta de espacio que tenemos en la industria audiovisual y el laboral en general”, analizan desde Cartelera Feminista y siguen: “Hay que pensar que es lo que nos molesta, la forma de construcción patriarcal que hemos tenido, y cómo podemos encontrar formas de empezar a cambiar ciertas cosas”.

Para eso es necesario cambiar la ‘mirada’. Ese concepto, trabajado por autoras como Laura Mulvey o Begoña Siles Ojeda, implica nada más ni nada menos que la forma en que entendemos el mundo, cómo aprehendemos a partir de lo que vemos en la pantalla y cómo lo naturalizamos como parte de nuestro esquema social. “El cine, como un aparato cultural más dentro de una sociedad burguesa de corte patriarcal y androcéntrico, ha ayudado desde su discurso a crear el modelo de representación imaginario que la sociedad occidental tiene sobre el concepto de la ‘mujer’ y ‘lo femenino”, dice Siles Ojeda.

“Siempre nos vimos representadas y narradas por una sola mirada. La forma de aprehensión del mundo está dada por lo que vemos en las pantallas, y lo que vemos es tremendo. El imaginario de lo que podemos ser las mujeres y niñas está construido desde lo que la masculinidad hegemónica imagina que debemos ser”, analizan las cineastas.

Por eso es clave introducir en la discusión la idea de ‘perspectiva de género’. ¿Qué es y cómo ponerlo en práctica? “Nos miramos, nos reconocemos, y empezamos a vernos, que subjetividades nos planteamos, y replantearnos por fuera de la estructura patriarcal. Que lugares nos fueron asignados por la cultura patriarcal estamos dispuestas a asimilar y que lugares no”, analizan.

“Hay que vernos y replantearnos por fuera de la estructura patriarcal", dicen desde Cartelera.

El test de Bechdel es el método más popular para evaluar la brecha de género en las películas en general, que implica tres criterios básicos: que aparezcan al menos dos personajes femeninos, que hablen entre ellas y que no sea sobre hombres. Las directoras buscan la representación y cupo de género en sus películas: “Es ir buscando desde el desconocimiento, ir buscando otras formas, otras perspectivas, algo que nos identifique, otra forma de encuadrar”, analizan.

Una buena manera de seguir en este camino es la aplicación de políticas públicas que garanticen la pluralidad de voces y la oportunidad de contar con nuevas miradas; como resaltan desde Frente Audiovisual Feminista Federal (FAFF): “Pedimos la aplicación urgente del cupo del 50/50 en los resultados de las convocatorias así como la futura aplicación de políticas de paridad e incentivos en todos los recursos públicos del INCAA”.

“Mientras estemos escribiendo, narrando, contando, mirando, con una cámara, todo eso va a estar atravesado por la perspectiva de género, es el ejercicio en el que nos encontramos y en el que esperamos que se encuentren todes dentro de la industria. Es algo que excede hasta el cine, es algo que tiene que estar en el arte en general, abogamos por eso”, dicen desde Cartelera.

Entre los primeros títulos que formaron parte del catálogo de ‘Cartelera Feminista’ estuvieron “La botera”, “La protagonista”, “Las buenas intenciones”, “Una banda de chicas”, “Malamadre”, “La casa de Argüello”, “Los sonámbulos” “Piedra papel y tijera”. Durante los últimos meses sumaron films como “Andrés Carrasco: Ciencia disruptiva”; “Camping”, “El huevo del dinosaurio”; “Gotas de lluvia”, “Hogar”, “Línea 137”; “Alptraum”; “Canela”; “Con nombre de flor”, “La novia del desierto”; “Hacer la vida”; “Los que vuelven” y más.

“Queremos romper esta cosa verticalista del cine, en no ser reproductoras de eso, empezar a trabajar y probar. Nuestras películas tienen una visión feminista de diferentes temas, están hechas por nosotras y eso se ve. Algunas van más por girl power, otras por el cupo, otras por contar la historia de una niña; pero todas están contadas con esta intención”, reflexionan.

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Unidas y organizadas. En su libro Gallego y Dlugi recuerdan a otras agrupaciones que hicieron historia en la lucha por los derechos: La Mujer y el Cine, Mujeres Audiovisuales (MUA), la Asociación Argentina de Directores de Arte Audiovisuales (ADDA); o ACCIÓN Mujeres del Cine. El trabajo colectivo en el ámbito cinematográfico fue y es fundamental para lograr pasos concretos hacia una igualdad de género en el sector, y más aún en pandemia.

“Este espacio fue clave como tribu durante la cuarentena. Permitió hacer redes federales, somos cineastas de todo el país. Muchas chicas publicaron su ópera prima cuando nos conocimos, entonces muchas están pensando en su segunda película. Si hay una red de contención o pertenencia es más probable poder hacerla, hay donde apoyarse y donde seguir”, cuentan desde Cartelera Feminista. Entre sus próximos proyectos, según cuentan, se encuentran historias sobre maternidad y migración, masculinidades, puerperio y más.

Durante todo marzo participan del ciclo #VecineVecine, organizado por Lumiton Usina Audiovisual, donde se pueden ver todas sus películas de manera online y gratuita; además, se puede participar de charlas y eventos junto a las diferentes directoras. “En los espacios cuando vamos siempre seleccionan algunas películas que les interesan. Esta es la primera vez que podemos hacer un catálogo conjunto, y se cumple un año desde que nos conformamos como agrupación, entonces tiene algo simbólico que está bueno también”, cuentan.

Encuentro en redes, debate, creación, nuevos paradigmas. ¿Qué es lo que siempre nos contaron en las películas? ¿existe otra forma de ver las cosas? Quizá sea momento de reflexionar sobre esas preguntas, y entender que las mujeres y disidencias tenemos historias que contar.

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