Tras aceptar un reloj de lujo valuado en 6000 euros (6700 dólares) por parte del ucraniano Hryhoriy Surkis, vicepresidente de la UEFA, el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Reinhard Grindel renunció a su cargo.

Este hecho se suma a las polémicas del equipo nacional, eliminado en la primera fase del Mundial 2018 y las fotos de los jugadores de origen turco Ilkay Gundogan y Mesut Ozil con el presidente Recep Tayyip Erdogan.

"Estoy profundamente afectado por tener que dejar mi puesto como presidente de la DFB por un asunto así. No ofrecí ninguna contrapartida por este regalo. Asumí que estaba autorizado a aceptar el reloj como un regalo privado. No tenía ningún interés económico con la DFB", dijo a través de un comunicado Grindel.

El alemán remarcó que no es una persona codiciosa: "No conocía la marca del reloj ni tenía idea de su valor".

Según el diario Bild, el dirigente recibió el reloj en cuestión hace un año y medio por su cumpleaños. Pero este no fue el único hecho sospechado de corrupción que en los últimos meses salieron a la luz. Der Spiegel, informó que el ahora ex presidente recibió de forma secreta 78.000 euros entre 2016 y 2017 por parte de una instancia de la DFB dedicada a los medios.  Según la federación, Grindel (ex periodista y ahora político) había declarado sus beneficios. 

Recordemos que Grindel es el segundo presidente en forma consecutiva que debe dejar su puesto de forma prematura. Wolfgang Niersbach renunció en 2015 por las acusaciones de compra de votos para obtener la organización del Mundial de Alemania 2006.