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Freddie Mercury y Lady Di: la historia de una noche sin coronas

"Dejen que la princesa se divierta un poco" habría dicho Freddie, y junto a una amiga disfrazaron a Diana para infiltrarse en un boliche gay. En el día del amigo contamos esta anécdota de dos amigos que solo querían divertirse. 

Freddie Mercury y Lady Di: la historia de una noche sin coronas

Lady Di  fue sin dudas la princesa perfecta, pero detrás de todo el protocolo y las ceremonias, se encontraba una chica de 27 años que deseaba divertirse como cualquier otra chica de esa edad. Y Freddie Mecury, ya estaba en el ojo de la tormenta por su vida, sus canciones, y sus romances. 

Pero Freddie y Diana, compartían una amistad y el asedio de la prensa por igual, Diana no podía disfrutar la vida por el protocolo real que debía cumplir, y Freddie por los prejuicios de la prensa. 

Afortunadamente se encontraron y se convirtieron en amigos, y  una noche, de muchas, según se pudo saber, Freddie, Diana, el comediante Kenny Evererett, y la actriz Cleo Rocos decidieron salir a tomarse unas copas a el bar gay Royal Vauxhall Tavern, pero Diana tenía miedo de la repercusión y cómo su salida podía caerle a la corona, es por eso que temerosa  dudaba en ir.

Fue ahí donde Freddie exclamó: "Dejen que la princesa se divierta un poco" y mirándola con su sonrisa característica, decidió que Diana fuera vestida de hombre, y así poder disfrutar tomarse un vino o una cerveza sin ser juzgada ni señalada, sino en el perfecto y tan preciado anonimato. 

Diana, acepto y se entregó a las manos de sus amigos y con una campera militar, una gorra de cuero, y unos lentes negros ingresó al bar y disfrutó pasar entre la gente, bailar, y pedir un vino blanco y cervezas sin ser detectada, Freddie cargo con la presión y las fotos, y desvío la mirada de su "acompañante". 

Sin bien la hazaña duro menos que una hora, pues la princesa no quería abusar de su buena suerte, por un rato se sacó la corona, y fue una chica más. 

En el día del amigo queríamos recordar las escapadas de estos dos amigos, en dónde claramente uno ponía el cuerpo por el otro, para poder descomprimir el día a día y divertirse.

Porque para eso son los amigos, ¿no?

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