La E3 de este año fue un evento de transición que nos dejó con una idea de lo que podemos esperar de la industria durante los próximos diez meses, pero guardó bajo varias llaves lo que será la segunda mitad del año que viene, cuando las próximas consolas de Microsoft y Sony lleguen al mercado.

Durante la conferencia de Xbox la compañía presentó oficialmente Project Scarlett y confirmó que la sucesora de la Xbox One compartirá muchos puntos en común con la nueva PlayStation. En retrospectiva Sony dominó la narrativa al ofrecer una entrevista exclusiva a Wired detallando algunas de las características de su próximo sistema que redujeron el impacto de los anuncios y las promesas de Microsoft. Pero ¿qué sabemos exactamente de la próxima PlayStation?

Como Scarlett, la nueva consola de Sony utilizará tecnología de AMD. Mark Cerny, el arquitecto de PlayStation 4 y responsable de la sucesora, confirmó que el procesador estará basado en la nueva generación de la línea Ryzen, que utiliza una arquitectura de 7 nanómetros Zen 2, mientras que el chip de video será una versión a medida de la línea de placas gráficas Navi presentada a finales de mayo por la empresa.

Esa ensalada de nombres y números significa que, según las promesas, la próxima PlayStation sería capaz de reproducir imágenes en 8k y hasta 120 cuadros por segundo que probablemente sea aprovechado por muy pocos juegos. La consola también será compatible con la tecnología ray tracing, que permite una reproducción más fiel de la incidencia de la luz en los objetos que componen los escenarios — para comprender a qué nos referimos incluímos un video en el que se ve la tecnología aplicada a un juego como Grand Theft Auto V.

Sin embargo, uno de los aspectos que destacó Mark Cerny fue la posibilidad de ofrecer innovación también en el aspecto sonoro. Según el diseñador la nueva PlayStation incluirá un chip dedicado para audio 3D que ofrecerá un nivel de inmersión superior incluso utilizando parlantes o auriculares estéreo a través de la generación virtual de sonido envolvente. No hay detalles acerca de cómo funcionará esta tecnología que ya se encuentra disponible en PC pero precisa de un sistema de sonido dedicado y no simplemente parlantes de televisor.

Pero el gran argumento de venta de las nuevas consolas será la eliminación de los tiempos de carga. Durante la entrevista con Wired la compañía utilizó un nivel del último juego de Spider-Man para PlayStation 4 corriendo en una PlayStation 4 Pro y en un kit de desarrollo de la próxima PlayStation para demostrar la diferencia que ofrecerá el disco en estado sólido propietario: mientras que en la PlayStation 4 Pro un nivel tardaba ocho segundos en cargar, en el kit de desarrollo ese tiempo se reducía a menos de un segundo. Además, la alta tasa de transferencia de datos del nuevo hardware permite mejorar el tiempo de procesamiento del escenario, por lo que los personajes pueden moverse a mucha más velocidad sin afectar el rendimiento del juego.

Esa misma demostración se realizó en una charla con accionistas el mes pasado, durante la cual se ofrecieron otros detalles del plan de negocios de Sony para los próximos años.

Durante esa presentación los ejecutivos de Sony confirmaron que la sucesora de PlayStation 4 será retrocompatible. Dada la similitud entre la arquitectura de ambos sistema no debería ser difícil para la nueva consola ejecutar los juegos lanzados durante esta generación. Sin embargo, eso significa que la nueva máquina tampoco podrá ejecutar los títulos de PlayStation 3 o de la PlayStation original, como es el caso de la PlayStation 4.

Sony asegura que la actual consola jugará un rol fundamental en la transición ya que permitirá a los usuarios continuar adquiriendo juegos sin temor a no poder utilizarlos en la próxima generación y a la vez le permitirá a quienes compren la próxima PlayStation disponer de un enorme catálogo desde el primer día. Por eso la empresa lanzará sus próximos grandes juegos (Death Stranding, The Last of Us Part II y Ghost of Tsushima) en PlayStation 4 y no exclusivamente en la nueva consola como se especuló en algún momento. Además Sony confirmó que los jugadores de ambas generaciones de consolas podrán compartir partidas en línea, cementando esa integración definitivamente al no segmentar el público.

Por su parte Microsoft sabe que en la próxima generación su ventaja estará en el enorme catálogo disponible para Project Scarlett, compuesto por juegos de cuatro generaciones de Xbox (Xbox, Xbox 360, Xbox One y Scarlett). Para suplir esa falta Sony continuará apostando al streaming de juegos con PlayStation Now, un servicio de suscripción a través del cual ofrece juegos de las cuatro generaciones de PlayStation y que seguramente incluirá parte del catálogo del nuevo sistema. PlayStation Now no tiene el alcance o la infraestructura de Google Stadia o el Project xCloud de Microsoft, pero un reciente acuerdo firmado con la casa de Xbox para utilizar la enorme red Azure podría expandir las opciones de Sony en ese frente. Con un moderado éxito de 700 mil suscriptores actuales, el servicio está en pleno crecimiento y la empresa sabe que será parte del futuro de la industria, por lo que es probable que esté todavía más desarrollado en la próxima consola.

La nueva PlayStation también será compatible con PlayStation VR, el visor de realidad virtual que resultó un éxito inesperado para la compañía. Se sabe que Sony planea lanzar un sucesor más avanzado técnicamente, pero durante los primeros dos años lo más probable es que la empresa se enfoque en asegurarse una base instalada de usuarios relevante antes de lanzar un periférico exclusivo. Además el poderío técnico de la nueva consola debería ofrecer un mejor desempeño más allá de las limitaciones propias del visor.

El catálogo de lanzamiento es sin dudas uno de los mayores interrogantes, dado que los únicos juegos exclusivos de los que se tiene conocimiento ya están confirmados para esta generación. Juegos como Elden Ring, Deathloop y Ghostwire: Tokyo, presentados a través de videos pregrabados en la E3 probablemente sean juegos que veamos en las próximas Xbox y PlayStation, pero Sony sabe que Microsoft está preparándose para lanzar Scarlett con munición gruesa y necesita exclusividades para hacer la diferencia — en particular porque la propuesta de ambas empresas parece mucho más que años pasados.

Sin saber exáctamente a qué eventos planea asistir o qué presentaciones planea organizar es complicado anticipar los anuncios de Sony, pero lo que podemos esperar para los próximos años es la secuela de Horizon Zero Dawn, confirmada en desarrollo en el estudio Guerrilla Games; un primer vistazo del próximo Gran Turismo, cuya última entrega fue lanzada en 2017; y un anticipo del nuevo juego de Santa Monica Studios, los desarrolladores de God of War.

Sony tampoco ha confirmado el precio y la fecha de lanzamiento. Al respecto del precio no hay detalles más allá de las palabras de Cerny, quien aseguró que será “atractivo dada la cantidad de funciones avanzadas de la consola.” Con tanto hardware a medida las especulaciones más pesimistas hablan de un sistema cercano a los 499 dólares.

La fecha de lanzamiento es un tanto más clara porque, como imaginábamos, Sony no tiene apuro por lanzar una nueva consola cuando la actual PlayStation sigue vendiéndose muy bien y está a punto de superar las cien millones de unidades desde su debut hace cinco años y medio. Días después de la entrevista con Wired la empresa presentó su reporte financiero anual en el que aseguró que no planea lanzar el nuevo sistema durante el año fiscal 2019, lo que significa que la consola llegará al mercado después de abril de 2020. Lo más probable es que, repitiendo la estrategia de esta generación, las próximas Xbox y PlayStation estén disponibles con semanas de diferencia entre octubre y diciembre del año próximo.

La próxima generación estará definida más que nunca no solo por el hardware sino también por los juegos y sobre todo los servicios. Con el reciente anuncio de Xbox Game Pass y la decena de estudios adquiridos, Microsoft parece estar mejor posicionado para el año próximo, pero el éxito en esta generación y la base instalada de usuarios que podrán trasladar todo lo invertido a la próxima consola le da una ventaja tácita a Sony. Será un 2020 muy interesante para los gamers.

Por fortuna falta mucho tiempo y quedan muchos juegos por disfrutar antes de pensar en volver a endeudarse para comprar una nueva consola.