A mediados de este año la Organización Mundial de la Salud reconoció la “Adicción a los videojuegos” como una enfermedad, ante las quejas de los organismos representantes de la industria. Esté o no en lo correcto la OMS, la clasificación abre una nueva puerta tanto para el estudio como la demonización de los videojuegos y sus creadores. Por eso no sorprende que un estudio de abogados canadiense haya solicitado autorización para presentar una demanda colectiva contra Epic Games, la empresa desarrolladora del popular videojuego Fortnite.

Según Alessandra Esposito Chartrand del estudio Calex Légal, durante el desarrollo del juego Epic Games “contrató psicólogos” para “excavar en el cerebro humano y hacerlo lo más adictivo posible”. La demanda, presentada en nombre de los padres de dos chicos de 10 y 15 años que alegan que sus hijos se han vuelto adictos, asegura que jugar Fortnite genera que el cerebro libere dopamina de igual manera que al tomar cocaína. 

“Dos padres se nos acercaron y nos dijeron: ‘Si hubiéramos sabido que era tan adictivo que iba a arruinarle la vida de a nuestros hijos, nunca los hubiéramos dejado empezar a jugar o los hubiéramos monitoreado más de cerca’,” le dijo la abogada al portal CBC. “Sacaron un juego al mercado dirigido a la juventud que saben que es muy adictivo.”

Chartrand también destacó que hay centros de asistencia y tratamiento alrededor del mundo en el que ayudan a usuarios a abandonar juegos como Fortnite.

Gran parte de la demanda está basada en una similar de 2015 contra las tabacaleras, en la que la Corte Superior de Quebec estableció que las empresas no hicieron lo suficiente para advertir a los consumidores de los peligros asociados con el consumo de tabaco. Epic Games, alegan los demandantes, sabía que el juego era adictivo que no le comunicó a los jugadores sus riesgos.

"Si hubiéramos sabido que era tan adictivo que iba a arruinarle la vida de a nuestros hijos, nunca los hubiéramos dejado empezar a jugar o los hubiéramos monitoreado más de cerca."

Los Términos y Condiciones de Fortnite incluyen una cláusula que le prohíbe a los usuarios demandar a la empresa de forma individual o colectiva y obliga a resolver los conflictos a través de una mediación privada. Sin embargo Chartrand dice que esas condiciones no aplican en Quebec porque el Acta de Protección de los Consumidores requiere que las empresas dejen en claro los riesgos asociados con sus productos o servicios.

Epic Games no ha hecho declaraciones.