Fito Páez emocionado sentado en un piano y tocando sobre un vinilo de Charly García. Quince minutos junto a David Lebón escuchando a Hendrix tocando Voodoo Child. Lula Bertoldi revelando su amor por los Hanson. El baile de El Mono de Kapanga con Bee Gees a todo volumen. Walas besando Artaud. Chango Spasiuk desbordado de chamamé. Abel Pintos emocionado recordando a Mercedes Sosa. Rolo y la foto con los Stones. Zeta recordando palabras que inventaban junto a Gustavo Cerati. Ricardo Mollo celebrando al Trío Galleta. Anécdotas e historias registradas gracias a un hilo más que fuerte que transmite y conecta emociones: la música. 

Estos encuentros sucedieron y no solo están registrados en 15 capítulos disponibles en varios sitios de internet, sino que ahora también están en “Vinílico. Discos que marcaron vidas”, un libro que va más allá del material audiovisual para revivir la intimidad de los encuentros, las emociones y anécdotas que no alcanzaron a ser contadas. Maxi Martina es el autor de esta doble propuesta, un periodista con una amplia experiencia que supo dónde buscar, para encontrar historias que no habían sido contadas.

Pero, ¿qué es Vinílico? Un ciclo de entrevistas en el que un artista invitado selecciona los vinilos del archivo de la Audioteca de la Biblioteca Nacional que hayan tenido valor en su propia vida. Luego, cada invitado comparte esos discos con el público y se refiere al valor de cada canción en su formación y en distintos momentos de su trayectoria.

Acá es donde Martina se mete de lleno en la cabeza de los entrevistados para extraer reflexiones, recuerdos y sensaciones asociadas a estos discos de sus vidas.

Poder concretar las 15 entrevistas llevó tres años de realización. Los invitados fueron: Ricardo Mollo, Fito Páez, Zeta Bosio, Lula Bertoldi, Abel Pintos, Walas, David Lebón, Fernando Ruiz Díaz, Chango Spasiuk, Mono de Kapanga, Rolo Sartorio, Juanse, Corvata Corvalán, Vitico y Fabián Quintiero.

“Primero tuve que darle forma a una idea. Tuve varias charlas con Julio Leiva, donde él me hizo pensar en cómo podía generar un espacio nuevo en la plataforma de Vorterix. Cuando él me propuso pensar eso, se me ocurrió hacer un programa que no tuviera la misma lógica de todo lo que se venía haciendo sino que fuera todo lo contrario. En ese momento todos los contenidos que se hacían al aire, iban a la página, entonces a mí se me ocurrió generar un programa que solo se pudiera ver en la página y que alimentara el aire de la radio con algunos segmentos. Así fue como se generó una nueva identidad de la plataforma pensando más en los contenidos on demand. Encontrar ese formato para mi fue lo más desafiante”, expresó en conversación con Filo.News Maximiliano Martina.

Respecto a la iniciativa del libro contó: “Me propuse no hacer una transcripción como si fuese una declaración, sino que traté que la oralidad no se perdiera en el libro, pero que a la vez fuera un relato ameno a la lectura sin quitar la forma de hablar de cada uno de los músicos. En cada uno de los episodios intento trasladar eso, meter al lector en ese lugar que no pudieron ver”.

En referencia a la elección de cada invitado (14 varones y solo una mujer) el periodista puntualizó: “Este punto me hizo hacer una autocrítica y lo supe desde el momento que lo estaba haciendo, el libro iba a manifestar algo de lo que ya sabemos y que se ha hablado muchísimo: la ausencia de mujeres en la escena del rock. Hoy lo veo y no es que estoy orgulloso de eso. Creo que la escena en la que yo me basé, tenía que ver con el rock nacional y es parte de eso que hoy está en proceso de modificación de forma más contundente. Marilina Bertoldi ganó un Gardel de Oro hace muy poco, y en el momento que estábamos haciendo el ciclo ni siquiera tenía su primer disco”, expresó teniendo en cuenta que el debate de las mujeres ocupando y compartiendo espacios predominantemente dominados por varones, no tenía fuerza como la de hoy cuando el ciclo se grabó.

Entendiendo a la música como vínculo de anécdotas e historias, Martina aseguró: “no tengo dudas que durante toda la vida hubo música que nos marcó o en cada momento que vivimos siempre hubo música alrededor. Confío en esas emociones que están guardadas en una canción vinculadas a momentos y que se aparecen como si fuera una imagen que se proyecta”.

En Vinílico cada artista selecciona sus vinilos preferidos del archivo de la Audioteca Gustavo "Cuchi" Leguizamón de la Biblioteca Nacional, y comparte con el público esos discos que tuvieron un valor especial en su propia vida. 

Esta colección de la Biblioteca Nacional está compuesta mayoritariamente por ejemplares que fueron otorgados en su momento por las discográficas, que por ley cada vez que editaban un disco debían enviarlo a la institución. El archivo cuenta con más de 70 mil vinilos que están a disposición del público, pero ahora también está en las librerías con "Vinílicos", el libro que le da voz a las historias guardadas en cada canción.