A una semana de que se dicte el veredicto del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, Graciela, la madre del joven estudiante de abogacía, pidió prisión perpetua para los ocho imputados.

"Es lo que esperamos, porque la forma en que asesinaron a mi hijo... No puede haber otra justicia que no sea perpetua para todos. Todos tuvieron participación, le tendieron una emboscada a mi hijo para que no pudieran defenderlo", dijo.

En diálogo con Radio 10, Graciela admitió sentir "un poco de miedo" respecto de la sentencia que se dará a conocer el próximo lunes 6 de febrero. Es que en estos tres años, contó, se reunió con familiares de otras víctimas que le advirtieron "que no se va a hacer justicia".

Sin embargo, la mujer confió "plenamente en que se va a hacer justicia" por su hijo, y destacó el trabajo de la querella -encabezada por Fernando Burlando- y la fiscalía.

"Espero que (la resolución del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores) sea ejemplar, que no vuelva a ocurrir", insistió.

La semana pasada, ambas partes expusieron sus alegatos. Mientras los acusadores solicitaron perpetua para los ocho imputados -Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23)- por "homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con alevosía con concurso premeditado de dos o más personas", la defensa pidió la absolución y que el delito se encuadre en otra figura penal, que prevé una pena menor. En la última audiencia, además, los acusados dieron sus últimas palabras y se disculparon.

"Esperaba que por lo menos me miraran a la cara, pero sentí que era como algo estudiado, porque cada vez que uno hablaba, era lo mismo que decía cada uno de ellos, era todo muy preparado", relató Graciela sobre ese momento. No obstante, señaló que nada hubiese cambiado lo que siente.

"Después de asesinarlo, fueron a comer. Y después de ver los vídeos que vi, en cada prenda de los imputados había sangre de mi hijo, es muy difícil perdonarlos después de lo que hicieron, no le tuvieron piedad", reiteró. "En ningún momento los vi arrepentidos, incluso los veía sonriendo", agregó.

Para la mujer, los acusados "no son humanos" porque le pegaron a Fernando "hasta destruir" su cuerpo.  

Tanto Graciela como Silvino Báez, padre de Fernando, estuvieron presentes en las trece audiencias de la etapa probatoria y las dos jornadas de alegatos.

"Fue muy fuerte ver los vídeos, y ver a Fernando muerto, o casi muerto, y cómo le seguían dando patada tras patada", expresó sobre las pruebas exhibidas en el debate.

Sobre lo que vendrá después del veredicto, Graciela planteó un desgarrador panorama. 

"No sé que será de nosotros el día de mañana. Sólo sé que ahora que llegué a mi casa, me siento totalmente vacía, no tengo ganas de hablar con nadie, ni siquiera con mi familia. Siento un bajón terrible, tal vez busque alguna asistencia para salir de esto. Pero Dios es grande y trataré de a prender a convivir con el dolor". 

La madre de Fernando dijo que espera tener "un poco de paz y alivio" con la resolución del Tribunal -y que su hijo "pueda descansar en paz"-, pero volvió sobre el futuro de su vida sin el joven asesinado el 18 de enero de 2020 frente al boliche Le Brique de Villa Gesell.

"No sé que será de mí en el día de mañana, extraño muchísimo a Fer. El día a día ya no es vida para mí. Cuesta mucho levantarme, entrar en la habitación de Fernando, y no encontrarlo", describió.