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Ciencia

¿Qué tan peligrosa es la presión por ser "un hombre de verdad"?

Un nuevo estudia muestra que promover un modelo de masculinidad hegemónica puede tener muchas consecuencias negativas para los hombres y afectar, incluso, su salud física.

¿Qué tan peligrosa es la presión por ser "un hombre de verdad"?

Aunque existen múltiples maneras de ser varón, nuestra cultura aún promueve un modelo —de masculinidad hegemónica— que le otorga mayor valoración a lo masculino por sobre lo femenino, promoviendo en los hombres ciertos comportamientos como la competitividad, la demostración de virilidad, la búsqueda del riesgo, la agresividad y un carácter poco sensible. Esto puede llevar, entre otras cosas, a comportamientos violentos y agresivos hacia las mujeres y otros hombres, a no pedir ayuda para no mostrar "debilidad" (lo que puede repercutir en la salud mental y física) o a reprimir emociones, lo que a su vez puede llevar a la falta de empatía y a la dificultad para establecer relaciones interpersonales saludables.

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Psychology of Men & Masculinities detalla, además, que los hombres tienen una esperanza de vida más corta en los países donde se cree fuertemente que la masculinidad es difícil de obtener y fácil de perder.

En promedio, las mujeres tienden a vivir más que los hombres en todo el mundo. Se estima que la diferencia es de aproximadamente cuatro años y entre los motivos se destacan que, en general, las mujeres tienden a tener estilos de vida más saludables, con menos hábitos como fumar y beber alcohol excesivamente; y tienden a buscar atención médica más rápidamente que los hombres cuando tienen problemas de salud. Pero esa diferencia parece estar relacionada, también, con la masculinidad hegemónica.

En el estudio arriba mencionado, las y los investigadores encuestaron a 33.417 hombres de 62 países sobre sus creencias sobre la masculinidad y, en particular, si consideran que la masculinidad es algo que se debe ganar y mantener a través de la demostración de control, fuerza y dominancia. Luego, compararon esos datos con conductas de salud de los hombres (fumar, beber en exceso, consumo problemático de sustancias, tener contacto con animales venenosos) y los riesgos de salud asociados (cáncer de pulmón, muertes por cirrosis hepática, ahogamiento, muerte por contacto con animales venenosos, accidentes de tránsito, etc.).

Según pudieron observar, en los países con mayor tendencia a considerar la hombría como un estatus social que se gana con dificultad y se pierde con facilidad (algo que se conoce como "masculinidad precaria"), los hombres tenían tasas más altas de comportamientos de salud riesgosos y menor esperanza de vida, en comparación con los países donde esa tendencia es menor. Específicamente, los hombres vivían un promedio de 6.69 años menos y 6.17 años saludables menos en países con mayor masculinidad precaria en comparación con aquellos con menores creencias de que la masculinidad es fácil de perder.

"El presente estudio encontró evidencia de que una sola creencia de género se relaciona con hábitos de salud de personas en países que representan más del 80% de la población mundial. Si bien investigaciones anteriores vincularon la masculinidad con la salud, este es el primer estudio, y el más grande en escala, que muestra que una creencia básica sobre la naturaleza de la masculinidad puede tener implicaciones de gran alcance para los hombres de todo el mundo", escribió el equipo de investigación.

"Si bien debemos ser cautelosos al sacar conclusiones causales de los datos, y los resultados de salud son complejos y están determinados de forma múltiple, esperamos que estos resultados actúen como un catalizador para la investigación que desmenuce aún más estas asociaciones", finalizaron.

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