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Crimen de Bastián: solicitan una sentencia de entre 25 y 35 años de prisión para el ex policía

Los abogados de la familia y la Comisión Provincial por la Memoria reclamaron largas condenas y remarcaron que no tener antecedentes no atenúa la responsabilidad del acusado.

Crimen de Bastián: solicitan una sentencia de entre 25 y 35 años de prisión para el ex policía

El tribunal dará a conocer el próximo miércoles la sentencia de Juan Alberto García Tonzo, ex policía bonaerense declarado culpable por un jurado popular del homicidio de Bastián Escalante, de 10 años, en Wilde. La fiscalía y las querellas solicitaron penas que van de 25 a 35 años de prisión.

La fiscal Mariela Montero sostuvo que el acusado utilizó su arma reglamentaria de manera “imprudente” en una zona concurrida y con presencia de escuelas, mostrando “desprecio por la vida ajena”, y pidió 25 años de cárcel por homicidio agravado y tentativa de homicidio en exceso de la legítima defensa.

Franco Laudani, abogado de la familia de la víctima, reclamó 35 años, mientras que Luz Santos Morón, de la Comisión Provincial por la Memoria, pidió 33 años y 4 meses. Desde el organismo afirmaron que el accionar del ex policía generó un daño colectivo. En los tres casos, también pidieron la inhabilitación de García Tonzo para ejercer cargos públicos y señalaron que “no es un atenuante que no tenga antecedentes porque como policía es lo que se le exige”.

García Tonzo ya había sido condenado el 24 de septiembre en el juicio por jurados por tentativa de homicidio y exceso en la legítima defensa tras disparar contra cuatro presuntos motochorros que intentaban robarle su moto. En sus últimas palabras ante el tribunal, expresó estar arrepentido y dijo: “Si pudiera retroceder el tiempo, me hubiese gustado haber sido yo”.

El hecho ocurrió el 10 de julio de 2024, cuando Bastián salía en su bicicleta del club Barrio La Carne acompañado por su madre y recibió un disparo que le provocó la muerte horas después en el Hospital Presidente Perón. La madre declaró que no vio armas en poder de los asaltantes y que los disparos provinieron del policía. El padre, Alejandro Escalante, recordó la relación con su hijo y dijo que desde su muerte la casa familiar “pasó a ser un lugar en silencio”.