Argentina no pudo contra Marruecos y cayó 2 - 0 en la final del Mundial Sub 20
La Selección de Marruecos realizó dos tantos con Yassir Zabiri, de esta manera es la primera vez que el equipo gana en una categoría.
La selección argentina Sub-20 sufrió una derrota por 2-0 ante Marruecos en la final del Mundial Sub-20 disputada en Santiago de Chile. Desde el inicio, el equipo dirigido por Diego Placente mostró falencias tácticas y falta de reacción ante un rival que aprovechó cada oportunidad.
El primer gol marroquí llegó a los 11 minutos con un tiro libre ejecutado por Yassir Zabiri, quien sorprendió al arquero argentino Santino Barbi. La jugada fue precedida por una falta dudosa fuera del área, pero el árbitro sancionó con tarjeta amarilla al arquero argentino y otorgó el tiro libre que resultó en gol.
A pesar de contar con jugadores destacados como Mateo Silvetti, quien había sido clave en partidos anteriores, Argentina no logró generar ocasiones claras de gol. La falta de creatividad en el mediocampo y la imprecisión en los últimos metros fueron evidentes a lo largo del encuentro.
Marruecos, por su parte, mostró una defensa sólida y un contragolpe efectivo. A los 28 minutos, Zabiri volvió a marcar, esta vez tras una asistencia de Othmane Maamma, sellando el destino del partido. La selección argentina no encontró respuestas ante el dominio táctico y físico del equipo africano.
El entrenador Placente intentó cambios ofensivos durante la primera mitad, reemplazando a Valentino Acuña por Mateo Salvatti a los 30 minutos y posteriormente ingresando a Gianluca Prestianni con el objetivo de cambiar el curso del partido. Sin embargo, la modificación no surtió efecto: la selección argentina seguía sin generar ocasiones claras de gol y Marruecos mantuvo la presión constante, controlando el ritmo del encuentro y anulando cualquier intento de reacción.
Con esta derrota, Argentina se despide del torneo sin poder alcanzar su séptimo título mundial en la categoría. El equipo regresa al país con gran torneo en su espalda, pero la sensación amarga de no conseguirlo la victoria final.