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Salud

5 claves para reducir el estrés en el trabajo

Identificar las causas, establecer prioridades y saber cuándo pedir ayuda son algunos de los consejos de los expertos.

5 claves para reducir el estrés en el trabajo
Una serie de consejos que se puede seguir para saber sobrellevarlo mejor y beneficiar así tanto tu vida profesional como personal.

A veces los compañeros del trabajo, los jefes y el nivel de exigencias pueden convertir el lugar de trabajo en una fuente de altos niveles de estrés. Sin embargo, hay una serie de consejos que se puede seguir para saber sobrellevarlo mejor y beneficiar así tanto tu vida profesional como personal.  En ese sentido, expertos de Mayo Clinic, en Estados Unidos, elaboraron una guía para manejar el estrés laboral. Acá te contamos lo que podés hacer:

  1. Identificar los desencadenantes del estrés. Tu personalidad, tus experiencias y otras características únicas influyen en el modo en que respondés al estrés y lo sobrellevás. Las situaciones y los sucesos que son preocupantes para tus colegas podrían no molestarte en absoluto, aunque también es posible que seas particularmente sensible a determinados factores de estrés que no parecen molestar a otras personas.

    Para identificar los desencadenantes del estrés, durante una semana o dos, tomá nota de las situaciones, los sucesos y las personas que suscitan una reacción física, mental o emocional negativa en vos. Incluí una breve descripción de cada situación, mientras respondés a preguntas como las siguientes:   ¿Dónde estabas?  ¿Quién estuvo involucrado? ¿Cuál fue tu reacción? ¿Cómo te sentiste?

    Luego, evaluá ese inventario del estrés. A lo mejor descubrís causas evidentes de estrés, como la amenaza de perder tu trabajo u obstáculos en un proyecto en particular; también podrías notar causas sutiles pero constantes de estrés, como el tiempo que tenés que invertir para ir y venir del trabajo o un ambiente laboral incómodo.

  2. Afrontá los desencadenantes del estrés. Una vez que identifiques los factores que desencadenan tu estrés, considerá cada situación o acontecimiento y buscá formas de resolverlos. Por ejemplo, supongamos que estás atrasado en el trabajo porque tenés que salir antes para retirar a tu hijo de la escuela. Quizás podés preguntar a otros padres o a algún vecino si sería posible turnarse para retirar a los chicos de la escuela, o tal vez podés empezar a trabajar más temprano y tomar un receso más corto para el almuerzo o trabajar en tu casa por la noche para ponerte al día. A menudo, la mejor manera de lidiar con el estrés es encontrar la forma de modificar las circunstancias que lo provocan.

  3. Maximizá tu capacidad de administrar el tiempo. Además de abordar ciertos desencadenantes específicos del estrés, generalmente vale la pena mejorar la capacidad de administrar el tiempo, sobre todo si solés sentirte abrumado o bajo presión en el trabajo.En ese sentido:

    - Fijá objetivos realistas. Trabajá con colegas y administradores para establecer expectativas y plazos realistas. Establecá revisiones de progreso regulares y modificá tus metas según sea necesario.

    - Hacé una lista de prioridades. Prepará una lista de tareas y clasificalas en orden de importancia. Durante el día, consultá la lista de prioridades y trabajá en las tareas siguiendo el orden de importancia.

    - Protegá tu tiempo. Si tenés un proyecto difícil o de especial importancia, reservá tiempo para trabajar en él sin interrupciones. Además, dividí los proyectos grandes en tareas más pequeñas.

  4. Mantené las cosas en perspectiva. Cuando tu trabajo es estresante, podés sentir que absorbe toda tu vida. Para mantener las cosas en perspectiva:

    - Escuchá otros puntos de vista. Hablá con colegas de confianza o con amigos sobre tus problemas laborales, porque esas personas pueden darte opiniones o sugerencias para afrontar la situación. A veces, el simple hecho de hablar sobre un factor de estrés puede aliviar.

    - Tomá un descanso. Aprovechá al máximo las pausas de tu jornada laboral, porque hasta unos minutos de tiempo personal durante un día de trabajo ajetreado pueden ser reparadores. Asimismo, tomate un descanso cuando puedas, ya sea unas vacaciones de dos semanas o un fin de semana largo. Además, intentá no pensar en el trabajo en determinados momentos; por ejemplo, no revises tu correo electrónico en casa por la noche o apagá el celular en ciertos momentos cuando estés en tu casa.

    - Tené un método de desahogo. Para evitar el agotamiento, reservate un tiempo para hacer actividades que disfrutes, como leer, socializar o practicar algún un pasatiempo.

    -  Cuidate. Prestá atención a tu salud. Incorporá la actividad física a tu rutina diaria, dormí bien y alimentate sano.

  5. Cuándo buscar ayuda. Si ninguna de estas medidas sirve para aliviar tu sensación de estrés o agotamiento en el trabajo, consultá a un médico o psicólogo, ya sea por tu propia cuenta o a través de un programa de asistencia ofrecido por tu empleador. Podés aprender por esa vía maneras eficaces de controlar el estrés en el trabajo.

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