Descubren el poder que tiene el altruismo sobre el humor y la salud mental de quienes lo practican.
Ayudar a amigos, conocidos o incluso extraños puede mitigar el impacto de los estresores diarios sobre nuestras emociones y nuestra salud mental, según una nueva investigación publicada en “Clinical Psychological Science”, la revista de la Asociación para la Ciencia Psicológica de Estados Unidos.
“Nuestro estudio muestra que cuando uno ayuda a otros esto también puede ser una ayuda para nosotros mismos” , explica la autora principal del estudio, Emily Ansell, de la Escuela de Medicina de la Universidad Yale.
“Los días estresantes normalmente nos llevan a tener peor humor y menos salud mental, pero nuestros hallazgos sugieren que si hacemos pequeñas cosas por otros, pequeños gestos como sostenerle la puerta abierta a alguien, no nos sentimos tan mal en los días de gran estrés” , asegura la investigadora.
Habitualmente uno busca apoyarse en otros cuando nos sentimos estresados, pero estos nuevos resultados sugieren que hacer cosas por otros de manera proactiva puede ser otra estrategia efectiva para hacerle frente a las preocupaciones y tensiones de todos los días.
EL EXPERIMENTO
Los experimentos en el laboratorio han demostrado que brindar ayuda puede ayudar a las personas a afrontar el estrés, aumentando sus experiencias de emociones positivas.
Para averiguar si esto se mantiene en el contexto real del funcionamiento diario del mundo real, Ansell y su equipo llevaron adelante un estudio en el que las personas usaron su teléfono celular para registrar sus sentimientos y experiencias en la vida diaria.
Un total de 77 adultos, de entre 18 y 44 años, participaron en el estudio que duró 14 días. Los participantes recibieron un recordatorio vía el teléfono celular para que cumplieran con la evaluación diaria.
Se les pidió que registraran cualquier evento estresante que experimentaran ese día tanto en materia interpersonal, como laboral/educativa, en el hogar, económica, de salud/accidentes y con el número total de eventos se midió el estrés diario.
También se les pidió que registraran cualquier comportamiento que implicara una ayuda a otro ese día (ayudar con la tarea, preguntarle a alguien si necesitaba ayuda, ayudar a cruzar la calle, etc).
Asimismo, los participantes completaron una breve encuesta de 10 ítems en base a la Escala de Afecto Positivo y Negativo, con la que se midieron las emociones vividas, y se les pidió que puntuaran su salud mental de ese día utilizando una escala que iba de 0 (muy mala) a 100 (excelente).
Los resultados mostraron que ayudar a otros mejoró el bienestar diario de los participantes. Un mayor número de comportamientos de ayuda se asoció con niveles más elevados de emoción diaria positiva y mejor salud mental general.
El comportamiento de ayuda de los participantes también influyó sobre el modo en que respondieron al estrés. Las personas que registraron menos comportamientos de ayuda que los habituales registraron una menor emoción positiva y una mayor emoción negativa en respuesta a niveles elevados de estrés diario.
En cambio, los que registraron comportamientos de ayuda mayores a los habituales, mostraron que su emoción positiva o salud mental no se vio perjudicada, y un menor aumento de la emoción negativa en respuesta a los niveles elevados de estrés diario. En otras palabras, el ayudar a otro “amortiguó” los efectos negativos del estrés sobre el bienestar.