Este tratamiento es uno de los más antiguos que sirve para revitalizar, rejuvenecer y limpiar la piel de la cara. La luz solar, el viento, los cambios de temperatura y el maquillaje son algunos de los factores que perjudican la piel facial y estas mascarillas ayudan a que se mantenga radiante.
Algunas mascarillas se compran en farmacias o centros de estética, pero también hay recetas caseras que cualquiera que tenga 15 minutos libres puede poner en práctica.
Con la llegada del frío, el cambio de temperatura afecta directamente a nuestra piel. Estar en la calle donde el viento congelado nos pega en la cara y, de golpe, entrar a un ambiente calefaccionado, no le hace bien al cutis.
Algunos alimentos que son utilizados para mascarillas faciales son: palta, miel, yogur natural, huevo y pepino. Además, tanto el azúcar como la avena molida se agregan a las mezclas para exfoliar la piel y sacar los residuos.
Recordá consultar con tu médico antes de poner en práctica estas ideas de belleza.