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Del grano a la taza: cómo se produce el café que tomamos en casa

El café se convirtió en un producto de culto y en su día internacional explicamos las razones del boom cafetero. Además, cómo es el proceso desde que se cultiva el grano hasta que está listo para consumir.

Del grano a la taza: cómo se produce el café que tomamos en casa
Del grano a la taza: cómo se produce el café que tomamos en casa (Foto: crédito Nestlé)

Hace tiempo que el café dejó de ser solo esa bebida de pocillo, negro o cortado, que tomamos en diferentes momentos del día. Hoy, el café se transformó en una experiencia definitiva cuando se elige cuál tomar en una cafetería, o en casa, desde que se compra hasta que se prepara y se toma. Ya no se trata de encender la cafetera y esperar a que filtre. Tomarse un café es una especie de ritual del que cada vez más gente quiere ser parte y que incluye la elección del grano, de los ingredientes para acompañarlo, de dónde y cómo tomarlo. No hace falta ser ningún especialista para darse cuenta. Basta con caminar por la calle y observar la cantidad de cafeterías de especialidad que abrieron, sobre todo durante la pandemia, o con el simple hecho de mirar las redes sociales. Acaso, ¿quién no tiene un amigo o amiga que comparte a diario una foto de una linda taza llena de café?

Hay varios caminos desde los que se pueden partir para tratar de entender el boom cafetero. Al ser un producto proveniente de la tierra, se alinea con la tendencia que atraviesa a toda la industria alimenticia, basada en el interés de los consumidores comprometidos por conocer de dónde vienen los productos y cómo se elaboran, además de un cambio de hábitos, entre los que se destaca la búsqueda de lo sano y saludable.

Foto: crédito Nestlé

"Los jóvenes están rejuveneciendo esta categoría de café, que en los últimos tres años viene creciendo a una tasa del 5% anual. Ellos no toman el café negro o con leche como nosotros tomábamos, los jóvenes quieren otra experiencia, lo quieren frío, con espuma, chocolate, canela, con un toque de dulce de leche, quieren un frappuccino... Eso vino de la mano de Starbucks, que cuando llegó a la Argentina empezó a desarrollar todo ese nuevo paladar e innovación", analiza Sol Fernández Ballart, la directora de café de Nestlé Argentina, que cuenta con programas de sustentabilidad para sus marcas Nescafé, Nescafé Dolce Gusto y Starbucks at home, en los que se promueven el cultivo, la producción, el envasado y consumo con respeto, además del reciclado de las cápsulas utilizadas.

En su deseo por conocer más sobre café, el público está cada vez más informado, y por ende, más exigente, lo que representa un desafío permanente para los productores y las empresas que continúan ampliando su abanico de ofertas y gustos para que nadie se quede afuera.

Foto: crédito Nestlé

| En Argentina se calcula un promedio anual de 208 tazas de café per cápita, entre ellos, el 90% le agrega azúcar o edulcorante, mientras que el 50% lo toma con leche.

"Cada propuesta nueva nace desde el consumidor, de conocerlo para hacerle un regalo perfecto. En la pandemia se disparó porque como había más tiempo, la gente comenzó a hacer un ritual más largo, con batidor manual (el 80% de los argentinos bate el café instantáneo), además del surgimiento de un montón de recetas", explica Fernández Ballart en una charla con Filo.News. Y tras los recientes lanzamientos en el segmento de tostado y molido y Nescafé Black Roast, anticipa: "Ahora, saliendo de la pandemia, hay un interés de los consumidores por saber cuáles son los sabores, las notas. Por ejemplo, sabemos que los jóvenes prefieren más recetas o sabores más chocolatosos, entonces estamos desarrollando un capuchino chocomoca".

Foto: crédito Nestlé

En definitiva, sea en una taza, un vaso, caliente, frío, en un cóctel, en un postre o a gusto y piacere de cada consumidor, el café pica alto entre las infusiones con mayor crecimiento y cada vez le da la bienvenida a más gente que quiere formar parte de su mundo, tomándolo en una cafetería o en casa.

Cómo se produce el café que tomamos en casa

En el marco del Día internacional del café, que se celebra este 1° de octubre, Filo.News formó parte de la experiencia Coffee Travel, en la que se recorrió la planta de Nestlé ubicada en Montevideo, Uruguay, que se encarga de producir y exportar café a 15 países de todo el mundo.

Con la guía del equipo que cada día se pone al frente de la planta -que está compuesta en un 50% por mujeres-, el recorrido permitió conocer cada etapa productiva del café.

  • La fábrica recibe partidas de granos verdes provenientes de seis países productores, que se testean para determinar las características de acuerdo a su origen y región. Por ejemplo, así como las semillas de café de Colombia se caracterizan por su acidez, las de Brasil se distinguen por su dulzor.
  • Un panel sensorial con la "nariz" entrenada distingue a través del aroma y la degustación (no se puede diferenciar visualmente) la proveniencia de cada semilla de acuerdo a sus características, para darle comienzo a las mezclas según cada producto.
  • Durante el proceso de tostado, las semillas son trabajadas a diferentes temperaturas y velocidades, dependiendo la receta de café que se llevará a cabo. Seguidamente, en la molienda se rompe el grano y se le da la granulometría, de acuerdo con el producto deseado.
  • El último tramo corresponde al envasado, donde una importante máquina completamente sincronizada cumple la multifunción de abrir el embase, armarlo, rellenarlo y sellarlo, para pasar por un último control y conseguir el visto bueno definitivo.

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