En medio de esta crisis hoy cumple 20 años el video del tema Oops I did it again, de Britney Spears, el primer single del segundo album de la cantante pop.

El video, que se lanzó en el emblemático canal de música e ícono de los 90’s, MTV, la tiene a ella como protagonista, obvio, vestida con un catsuit de vinílico rojo brillante (outfit sugerido por ella a la producción) bailando en medio de una escenografía futurista que intentaba representar un lugar bien lejos del planeta Tierra. Con naves espaciales, astronautas, y bailarines, la archiconocida coreografía del estribillo apelaba a agarrarse el corazón, luego pasárselo por el costado de la cola y finalizaba con un contundente I’M NOT THAT INOCENT (no soy tan inocente). Un ¿mensaje? para una industria que todavía lucraba (y hasta ese momento no tanto como después) con la imagen de una chica rubia y tierna que tenía sus orígenes en Kentwood, un pueblo de los suburbios del estado de Luisiana, y que iba a por todo.

Hasta ese momento, Britney se había lanzado oficialmente al mercado con Baby one More Time, un albúm que tuvo una repercusión inesperada. En su primer video, el mismo que le daba nombre al disco, interpretó a una colegiala un tanto sexy que esperaba que terminara la hora para cantar en distintas partes de su colegio que la soledad la estaba matando y le pedía al chico en cuestión que le diera una nueva oportunidad. 

Britney, que pintaba para ser una más dentro de lo que eran la industria de boys and girls bands de los noventas luego de sucesos como los de las Spice Girls, los Backstreetboys, Five, y N’sync, se ganó a todas, todos y todes gracias a su carisma, su talento y grandes coreografías y presentaciones. Hay que decirlo, nadie baila ni bailará como Britney. 

Oops! marcó el desembarco total y absoluto para esta ídola pop convirtiéndose en una de las canciones y uno de los vídeos musicales más reproducidos en la historia del emblemático canal de música MTV. Además, se convirtió en el título de grabación más vendida de una artista femenina por 15 años en Estados Unidos. Vendió más de medio millón de copias y su debut la colocó en el número 1 de las principales listas musicales del mundo. Ese disco fue uno de los más vendidos de la primera década del milenio.

Britney era el resultado perfecto, uno más, del gran sueño americano.

Durante todo el año 2000, hizo una gira con presentaciones en distintos estadios de países y ciudades de Estados Unidos y Europa y ya nada volvió a ser como antes en la cultura pop. 

En septiembre de ese mismo año, en la habitual cita de los MTV Video Music Awards, hizo una presentación, más bien performance, de un mix entre una versión propia y lenta del clásico tema I can’t get no Satisfaction, que también es parte del repetorio de ese segundo álbum, y Oops I did it again, que ya era un hit para ese momento.

Sentada en una silla, vestida de traje, corbata y galera, susurraba la canción de manera sensual hasta que irrumpía con un streaptease coreografeado que la dejaba con un vestuario color carne, un top drapeado y el pelo suelto. Un despliegue impresionante que dejó a la audiencia estupefacta y aplaudiendo de pie.

La carrera de Britney se disparó durante ese año hasta puntos impensados y obtuvo el título de princesa del pop (dando por entendido implícita y explícita que la reina indiscutida es Madonna) y como ejemplo de eso, su cara recorrió el mundo ya que fue la imagen de la bebida Pepsi por mucho tiempo.

A fines de 2001 vino el tercer álbum de Britney con I’m Slave for you como tema de lanzamiento, pero ese capítulo merece una nota aparte y todo lo que pasó en su vida después muchos otros más.

Mientras nos lavamos las manos al ritmo del estribillo de Baby One More Time y nos sentimos Britney porque no podemos más de aislamiento y encierro pero a la vez, como dice el meme, la Lonelyness nos está salvando, se habla de la importancia y revalorización de los Estados fuertes en épocas de crisis. 

En un momento en el que se creía que Britney se encontraba poco vigente, más allá de sus apariciones en su cuenta de IG, estos días expresó la necesidad de redistribuir la riqueza (le pegó para ese lado) y Oops! nos encontramos todes nuevamente hablando de ella.

Tal vez sea este sistema el que deje de estar tan vigente como antes y Britney, como emblema del mismo, sea una muestra de eso. Quien te dice…