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El secreto de Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas tras 20 años de relación

A pesar de que nadie creía en su relación superaron varios obstáculos. ¿Cuál es el secreto?

El secreto de Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas tras 20 años de relación

Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas comenzaron a salir en 1998 cuando ella tenía 29 años y él 54, siendo además toda una leyenda viviente en la industria del cine. Nadie apostaba por esta relación, pero áun hoy siguen juntos habiendo superado varios problemas.

Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas

Ahora Catherine acaba de cumplir 50 años y Michael 75, tienen dos hijos de 16 y 19, y viven en una mansión del siglo XIX en Bedford, un pueblo a una hora de Nueva York. Además, ambos brillan en la televisión. Michael como protagonista de El método Kominsky, una de las series más aclamadas de Netflix, y Catherine en Queen America, una serie de Facebook Watch.

En una reciente entrevista con la revista Vanity Fair, la actriz dejó claro que lejos de tener un matrimonio perfecto, donde todo es color de rosa, ambos han enfrentado enfermedades, chismes de los tabloides y hasta una separación. Pero siempre han sabido resolver las cosas.

Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas con sus hijos

Los problemas comenzaron en 2010, cuando a Michael le diagnosticaron un cáncer de garganta en estado avanzado. La enfermedad fue tan fuerte, que muchos creyeron que el actor no iba a salir con vida. Para entonces ya vivían en Nueva York, y la tranquilidad que habían tenido en el Caribe había sido reemplazada con el asedio de los paparazzis y los periodistas.

Eso no ayudaba a Catherine en la dura tarea de apoyar a su esposo en el momento más difícil de su vida, pues como alguna vez le dijo al Daily Telegraph: “Nunca antes tuve que lidiar con algo así y no sabía qué hacer. Sentía que no tenía las herramientas emocionales para hacer frente”.

Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas

Por la misma época Cameron Douglas, el hijo del primer matrimonio de Michael, fue arrestado y condenado a cinco años por tráfico y posesión de drogas, Y Diandra, la exesposa del actor, lo demandó porque sentía que ella merecía parte de las regalías de Wall Street 2.

La presión fue tan grande, que Catherine comenzó a sufrir cambios de humor, dejó de dormir y entraba intermitentemente en estados de depresión. En 2011 la diagnosticaron con trastorno bipolar y tuvo que ser internada en una clínica.

Las cosas empeoraron en 2013, cuando en una entrevista con The Guardian, Michael dijo que su cáncer era producto del sexo oral: “No, no me arrepiento de haber fumado y bebido. El cáncer que yo tenía lo causó el virus del papiloma humano, que viene en realidad del cunnilingus”.

A Catherine le indignó tanto esa declaración, y la forma en la que muchos medios comenzaron a hablar de los fantasmas de adicción al sexo que pesaban sobre su esposo en el pasado, que la pareja entró en la crisis más grave hasta ahora. En 2013, y luego de hablarlo bien, decidieron separarse.

Michael además es padre de Cameron, su hijo con Diandra Luker, quien en 2010 fue arrestado por posesión de drogas. Ese problema, que llegó justo después del cáncer, terminó por afectar aún más a la familia.

Pero esa fase no duró mucho. Los medios, ávidos por seguir lo que parecía el final de uno de los matrimonios más estables de Hollywood, analizaban sus pasos al detalle y notaron que ambos volvieron a usar sus anillos de matrimonio.

Pronto aparecieron juntos en premiaciones, en cócteles y en eventos sociales, y el 25 de septiembre de 2014 renovaron votos matrimoniales. “Tuvimos un pequeño bache en el camino –le explicó el actor al Daily Mail– El problema en este negocio es que todo es muy público. Amo a Catherine y afortunadamente el sentimiento es mutuo. Resolvimos las cosas”.

Desde entonces, todo ha vuelto a la normalidad. A Michael lo declararon libre de cáncer en 2016 y Catherine no ha vuelto a tener episodios bipolares. Dylan, su hijo mayor, se fue a la Universidad de Brown, en Rhode Island, y Carys ya tiene 16 años, y suele acompañar a su mamá a todas partes.

Catherine dice que la clave de la felicidad está en que no se guardan ningún secreto y en que se quieren tanto por sus diferencias, como por sus semejanzas. Además, son conscientes de que a partir de ahora la edad podría ser un problema, pero se lo toman con humor.

“Dentro de veinte años, ella me llevará en silla de ruedas por la calle -dijo Michael hace poco en un programa de televisión-. Y entonces yo, desorientado, le preguntaré: ‘Catherine, ¿pero a dónde vamos?’, y ella me dirá: ‘A Cartier, cariño, a Cartier’”. 

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