Un niño de seis años y un joven de 20 fallecieron este viernes en un ataque terrorista ocurrido en una parada de colectivos cerca del barrio Ramot, en la ciudad de Jerusalén, Estado de Israel. Como consecuencia del ataque otras cinco personas resultaron heridas.

El terrorista, identificado como Hossein Karaka, era un palestino residente de 31 años del barrio Isawiya de Jerusalén oriental que perpetró el ataque estallándose a bordo de su automóvil contra la parada de autobús ubicada en la entrada del barrio.

(Policía en el lugar del ataque en Jerusalén.AHMAD GHARABLIAFP)

El medio local The Times of Israel informó que poco después de ejecutar el hecho un oficial de policía fuera de servicio y otros que llegaron al lugar dispararon contra el terrorista y lo abatieron.

Los heridos fueron asistidos por médicos y entre ellos hay también otro niño en estado crítico. Los más graves fueron sometidos a reanimación cardiopulmonar, explicó el servicio de emergencias israelí. Dos de las víctimas estaban inconscientes y tenían un pronóstico grave, mientras que otras dos sufrieron heridas moderadas.

El ataque ocurre en medio de un clima de tensión entre Israel y Palestina y una escalada de violencia en la región que ha dejado 52 muertos en lo que va del año: 43 palestinos y nueve personas del lado israelí. Por un lado, Israel reclama la totalidad de la ciudad de Jerusalén como su capital indivisa. Por el otro, los palestinos quieren que la parte oriental sea la capital de su futuro estado.

(Un equipo forense de la policía israelí trabaja en el lugar de un ataque con un auto en una parada de colectivo en Ramot / Mahmoud Illean - AP)

Desde la Franja de Gaza, tanto el movimiento terrorista Hamás como el grupo Yihad Islámica Palestina (YIP) celebraron el ataque. La Yihad, por su parte, indicó que este ataque muestra que “el pueblo palestino seguirá resistiendo la ocupación hasta su desaparición”.

El alcalde de Jerusalén, Moshe Lion, agradeció a las fuerzas de seguridad por su trabajo en la investigación del incidente y agregó: "El corazón duele frente a las difíciles vistas. Un terrorista despreciable toma la vida de niños y adultos inocentes solo porque son judíos. Este es otro evento que señala a un período tenso que requiere vigilancia". 

El primer ministro Benjamin Netanyahu decidió poco después del ataque sellar y demoler la casa de Karaka y expresó sus condolencias a las familias de las víctimas.

“Llevé a cabo una evaluación de la situación de seguridad y ordené que se reforzaran las fuerzas de seguridad, que se hicieran arrestos y que actuaran de inmediato para sellar la casa del terrorista y demolerla. Nuestra respuesta al terrorismo es atacarlo con todas nuestras fuerzas y profundizar aún más nuestro control sobre nuestro país", aseguró.