El debate por los bolardos pintados se traslada a la Legislatura porteña
El Gobierno porteño pintó de colores los bolardos que sirven para demarcar la zona peatonal en calles de adoquines del centro porteño. Luego aclaró que la pintura era solamente por las vacaciones de invierno. Fuertes críticas de la oposición.
Los bolardos de la polémica en el centro porteño.
La polémica por los bolardos que el Gobierno de la Ciudad pintó de color verde solamente por las vacaciones de invierno llegó a la Legislatura a través de un pedido de informes, que apuntan hacia el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, a cargo de Clara Muzzio.
Los bolardos son objetos de metal, parecidos a balas de cañón, que fueron colocados en muchas calles y avenidas para delimitar las zonas peatonales, con un costo estimado de 90 mil pesos cada uno. Se estima que en toda la ciudad hay alrededor de 5.000, en su mayoría en la zona bancaria del microcentro y también en el barrio de San Telmo, especialmente en los alrededores del viejo mercado.
Para la mayoría de los porteños y visitantes no son más que un adorno, a la vez que muchos vecinos los consideran una molestia para caminar o transitar en auto; pero sin embargo, en los últimos días cobraron protagonismo por una curiosa decisión del ministerio en cuestión, que fue la de pintarlos de colores variados.
Todo comenzó cuando el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, publicó una foto en la que se lo veía caminando por el centro junto a la ministra Muzzio y a Viviana Cantoni, subsecretaria de Gestión Cultural, y elogiaba la transformación de ese sector porteño.
De inmediato comenzaron a aparecer respuestas de todo tipo, especialmente por la suciedad de las calles o el abandono de otros espacios públicos, pero las que más llamaron la atención eran las referidas al cambio de color de los bolardos, que pasaron de ser negros a estar pintados de verde o rosa.
Miguel de inmediato se apuró a aclarar que la pintura fluorescente sólo estaba presente por las vacaciones de invierno, pero lejos de conformar, su afirmación despertó más críticas y la aparición en escena en plena campaña política de los legisladores y candidatos de la oposición.
Así es como el diputado libertario Ramiro Marra cuestionó el gasto que tuvo que realizar el gobierno por tan pocos días, en tanto la bancada de Unión por la Patria presentó un pedido de informes sobre ese particular y también sobre las compras y contrataciones de los tan cuestionados bolardos.
Pero la situación se agravó aún más cuando, de la noche a la mañana, los metálicos objetos volvieron todos a su color oscuro original.
Por lo tanto, el Frente de Todos, bloque que preside Claudio Ferreño, requirió que se explique “las características y fundamentos técnicos tenidos en cuenta a la hora de llevar adelante las tareas de pintura con motivo de las vacaciones de invierno realizadas sobre los bolardos bala para calles de acceso restringido y de prioridad peatonal”.
Además desea saber “el presupuesto asignado a esas tareas y que se justifique la necesidad de la obra y las razones por las cuales se modificó la intención inicial de sostener la pintura de los mismos durante todo el transcurso de las vacaciones de invierno”.
También pidieron que se indiquen “los criterios utilizados a fin de seleccionar los colores de los cuales serían pintados los bolardos en la vía pública; así como también cuál es la dependencia del Gobierno de la Ciudad encargada de llevar adelante las tareas mencionadas; la cantidad de bolardos que se modificaron y si está previstos que se hagan más cambios”.
“En este sentido, resultan preocupantes las prioridades del Gobierno de la Ciudad en torno a las intervenciones a realizar en el espacio público y el gasto que conllevan", advirtieron.
"Además, teniendo en cuenta particularmente que se trata de zonas de una enorme relevancia histórica y representativa de la identidad de nuestra Ciudad, cabe resaltar que muchos de los bolardos que han sido retrotraídos a su color original exhiben manchas de pintura de colores en su base, demostrando una importante desprolijidad e improvisación en la tarea”, sentenciaron desde la oposición.
La legisladora Claudia Neira dijo que el pedido de informes apunta a saber cuanto salió el "chiste" de los bolardos de colores.
Estas idas y vueltas no sólo envalentonaron a los referentes opositores, sino que además despertaron furiosas críticas dentro de Juntos por el Cambio, tanto en el sector que responde a Jorge Macri como en el del otro candidato del espacio, el senador Martín Lousteau.
El hecho agregó un poco de tensión a la ya intensa disputa que mantienen tanto Lousteau como Macri por la sucesión de la Jefatura de Gobierno.