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Espectáculos

María Fernanda Ampuero presenta “Visceral”, su nuevo libro: “A las niñas nos quitan los superpoderes con espejos”

La escritora ecuatoriana narra en esta autoficción, sus memorias y reflexiones, en el cual menciona temas como la violencia hacia las mujeres, la gordofobia, el abuso sexual, los trastornos de alimentación, el medio ambiente, entre otros. 

María Fernanda Ampuero presenta “Visceral”, su nuevo libro: “A las niñas nos quitan los superpoderes con espejos”

Es un lunes de mayo por la mañana. Hace 6 grados, y se siente más porque son las primeras mañanas de frío de lo que va del año. Además de que anuncian que será uno de los inviernos más fríos. Esta mañana es la confirmación de que ya no quedarán días cálidos por varios meses. La cita es en la librería Borges en el barrio de Palermo, para hacer un desayuno y escuchar a María Fernanda Ampuero presentar su último libro.

Al entrar, primero te encontrás con un bar, a la derecha hay una librería y luego en el fondo un espacio con mesas, sillas y un escenario. Es un lugar con luces bajas, lo suficiente para vernos las expresiones de las caras. No se llega a sentir el frío de la calle. Una luz azul ilumina el escenario. “Estamos en un piano bar, como en una especie de stand up”, bromea María Fernanda Ampuero, sin saber que al finalizar la charla, terminaríamos todas emocionadas, conmovidas y con lágrimas en los ojos por sus palabras.

Quien entrevista a la escritora ecuatoriana es Nadia Rivero, y confiesa que es un sueño poder charlar con ella, ya que la admira a María Fernanda y a sus libros. “Me sentí muy identificada con el libro”, señala Nadia. Pero no es la única, ya que es imposible no sentirte interpelada, específicamente siendo mujer, con Visceral: el libro de autoficción que recorre temas como la presión de las mujeres, la gordofobia, los trastornos de alimentación, la colonización, la inmigración, el terror cotidiano, entre otros.

“A las niñas nos quitan los superpoderes con espejos”, es la frase que más me impactó del libro. De la que no puedo dejar de pensar, re-pensar, y citar en muchas charlas posteriores. La autora realiza un recorrido de distintas etapas de su vida. La presión por ser flaca era una preocupación diaria, al punto de que ha llegado a tomar anfetaminas junto a su madre. Quiero decir, con el aval de su madre, y que casi le cuesta la vida. El bullying por parte de su entorno, el no sentirse querida, la baja autoestima, con todo eso convivió pero también conviven miles de niñas, adolescentes y mujeres adultas en la actualidad. “Pero yo escribo. Y tomo clonazepam. Y escribo”, menciona Ampuero en el final del capítulo “Loca” de Visceral.

“Escribí Visceral porque estoy menopáusica”, comienza de una manera contundente y poco esperada la charla. Y sigue: “Llegué a una edad en la que prefiero contar todas mis miserias y cómo me destruyeron, porque Visceral es básicamente formas de destruir a una mujer. Estoy menopáusica y ya no me importa lo que nadie piense. Este estado me permite experimentar con rabia pero con amor a otras mujeres que han vivido lo que yo viví, o que todavía no lo vivieron o lo están viviendo en este momento”, declara la autora de un libro que no se sale indiferente y que dan ganas de que lo lea todo el mundo.

“Abrazo a la que fui de niña y a la que fui de adolescente sobre todo, esa sí que necesita abrazos, muchos. Como yo no tuve hijos, me pasa una cosa muy loca que no sé si les pasa a todas las que no tienen hijos, porque muchas no quieren tener. Pero yo sí quería, entonces estoy en una edad en que podría ser madre de mi propia adolescente, y me gustaría como madre de esa niña, de esa chica, decirle muchas cosas. Darle mucho amor”, revela la escritora ecuatoriana.

En esa línea, en la charla de esa mañana fría de mayo, Ampuero expresa que Visceral es un libro muy duro: “Es una carta a todas las niñas que están sufriendo ese tipo de violencia, que se vistieron una mañana y no les cierra el pantalón, y se odian por eso, se quieren matar. Eso es terror”.

Para ella, el terror que escribe tiene que ver con eso, con los miedos que sufren las mujeres, con las presiones, con los abusos de poder y las violaciones, con no sentirse suficiente -nunca- con las exigencias estéticas. “Ellos ganan, y no solo dinero, sino que no hagamos la revolución”, dice Ampuero, al quitarnos autoestima, confianza, poder y dinero.

También la autora se animó a contar un poco sobre la relación que tiene con su madre. Cuando era bebé, la habían alimentado mucho más de lo necesitaba, porque, según ella, a su madre le gustaba que fuera un bebé “gordito”. Sin embargo, cuando creció, “ya no les gustó más”, sostiene y expresa: “Mi madre sabe cómo influyó su obsesión por mi gordura, porque de repente decidieron que no les gustaba más”.

Por si quedaba alguna duda de que su historia personal atraviesa a la mayoría (o casi todas) de las mujeres. Visceral arroja datos duros que dan cuenta de eso: “En 2017, el estudio de World Health Asociation reportó estimaciones del número de casos de desórdenes depresivos en países de América Latina. (...) En Argentina, fueron reportados 1.914.354 casos, equivalente a 4,7% de su población”.

Además, en el 2022, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, alertó que una de cada tres mujeres jóvenes padece atracones, bulimia nerviosa o anorexia en la provincia de Buenos Aires. Por otra parte, un informe de la Fundación La Casita, un centro especializado en trastornos de la conducta alimentaria (TCA), muestra que Argentina es el segundo país que tiene mayor cantidad de casos, después de Japón.

“Quieres ver arder al mundo, matan a mujeres y no quiero justicia. Quieres ver arder”, resume Ampuero. En ese sentido, el libro funciona como una cachetada a una realidad que convive y se naturaliza todo el tiempo. Ser mujer, ser inmigrante, ser niña, ser adolescente, ser del colectivo LGTBI+, ser desempleado. Todas esas categorías se habitan con miedo. “Somos ‘los otros’ de ´los ellos´que lo controlan todo”, dice Ampuero en Visceral.

La charla termina pero las preguntas no, los abrazos tampoco. Hay un ambiente totalmente distinto a cuando empezó. La mayoría de los presentes está secándose las lágrimas de los ojos, intentando recomponerse luego de escuchar las palabras de la escritora. Habrá que salir nuevamente al frío, a enfrentar el día, pero con muchas más reflexiones que antes.


*María Fernanda Ampuero nació en Guayaquil, Ecuador, en 1976 y estudió literatura. Colabora con numerosos medios internacionales y ha publicado hasta la fecha dos libros de crónicas, Lo que aprendí en la peluquería y Permiso de residencia. Además, publicó dos libros de cuentos Pelea de Gallos (2018) y Sacrificios humanos (2021), situándose como una de las voces más importantes de la literatura latinoamericana actual.