Durante esta jornada de martes, el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) actualizó su “Mapa de arsénico” con datos obtenidos a partir de más de 350 muestras y, de esta manera, demostró que varios distritos presentan concentraciones del elemento por encima de los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que diez municipios bonaerenses y más de cuatro millones de habitantes quedaron bajo prohibición de consumo de agua de red o de pozo.
Esa clasificación formó parte de un esquema, que ordenó las zonas según tres niveles de riesgo: áreas con agua considerada segura, localidades con advertencias sanitarias y un grupo reducido con restricciones estrictas. En ese nivel más crítico se ubicaron Chivilcoy, Mercedes, Escobar, General Rodríguez, Cañuelas, Monte, Roque Pérez, Azul, Villarino, Almirante Brown, Ezeiza y San Vicente. Y, en un grado de riesgo intermedio aparecieron General Pueyrredón, Villa Gesell, Tres Arroyos, Olavarría, Junín, San Pedro, Bolívar, Baradero, Salliqueló y La Plata, además de otros distritos del conurbano.
Según detalló el relevamiento, la exposición se produce tanto por la ingesta directa del agua como por su uso para cocinar, regar o actividades industriales, y la presencia prolongada de arsénico por encima de los límites fijados por la OMS se vinculó con diagnósticos de Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico y enfermedades asociadas, como distintos tipos de cáncer, afecciones cardiovasculares, tos persistente, fibrosis pulmonar y alteraciones neurológicas en niños.
El informe remarcó, además, que el arsénico no modifica olor, sabor ni aspecto del agua, por lo que los análisis periódicos resultan indispensables aun cuando otros parámetros de potabilidad se mantengan dentro de lo esperado.
Por su parte, Jorge Daniel Stripeikis, Director del Departamento de Ciencias Exactas y Naturales del ITBA, describió el origen del problema al señalar que “la contaminación es mayoritariamente natural y obedece a fenómenos que se produjeron hace millones de años cuando se levantó la estructura de lo que hoy conocemos como la Cordillera de los Andes”.
También precisó que “las áreas geográficas más damnificadas con este fenómeno son el 70 por ciento de la provincia de Buenos Aires, particularmente lo que es el corredor de la ruta 5, como son las localidades de 9 de julio, Bragado, Casares y Trenque Lauquen, y también zonas aledañas a Mar del Plata”, y detalló su presencia en el sur de Córdoba y Santa Fe, en La Pampa y Mendoza y en varias provincias del norte: Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa.