Un trabajo realizado por investigadores del CONICET y el Instituto Antártico Argentino (IAA, DNA) determinó que un tipo de reptil marino extinguido 66 millones de años atrás, cuyos restos fueron hallados entre 1989 y 2017, fue el más grande su familia en el mundo.
El aristonectino fue un tipo de reptil marino que vivió en los mares antárticos. El ejemplar de 11 metros de largo y un peso aproximado de 12 toneladas fue hallado en la formación sedimentaria López de Bertodano, ubicada en la Isla Marambio, al este de la Península Antártica. A partir de los restos encontrados, pudieron determinar que se trata del más grande de la familia de los elasmosáuridos a nivel mundial y uno de los más grandes del orden de los plesiosaurios.
El trabajo publicado en Cretaceous Research aporta, además, pistas sobre cómo estos animales cazaban y parece indicar que la extinción que acabó con los dinosaurios habría sido un proceso acelerado.