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Mariela Asensio y Maruja Bustamante se meten de lleno en "La Casa Oscura"

Las actrices se encuentran al frente de su proyecto más personal y llegaron a los oídos del Ministerio de Salud con quienes abrieron el debate sobre la problemática que padecen los neorodiverses.

Mariela Asensio y Maruja Bustamante se meten de lleno en "La Casa Oscura"

Según los últimos estudios poblacionales acerca de la salud mental de los argentinos, realizados por la Fundación Fameba y la Fundación Favaloro en el 2018 arrojaron que 1 de cada 3 argentinos padece algún tipo de trastorno psíquico. Entre los que se destacan la depresión, seguido por el abuso de sustancias y las fobias específicas.

Esto claro, sin tener en cuenta los dos años de Pandemia, que sin dudas acrecentaron la ansiedad y el desconcierto, factores severamente agravantes en cuestiones de salud mental.

Estos datos que al parecer pueden sonar fríos y sin sentido, en realidad son el nudo principal de la nota que desde Filo.News hicimos con Mariela Asensio y Maruja Bustamante, dos actrices que no escapan a las estadísticas, y que en su afán de querer hacer algo con el diagnostico que recibieron, pusieron todo su talento, y sufrimiento, arriba del escenario donde todos los viernes en el Galpón Guevara presentan “La Casa Oscura”.

Mariela Asensio es actriz, performer, dramaturga, directora, docente, mamá y padece de TOC (trastorno obsesivo compulsivo). “En un momento en el 2019 yo estaba haciendo terapia, que hago desde hace años, pero en ese proceso especifico que estaba haciendo comencé a enfrentar algunas cuestiones que habían sido parte de mi vida siempre. Y había llegado como el momento de enfrentar algunas cosas. Concretamente lo que me pasó, es que pude aceptar, por decirlo de alguna manera, que tenía un trastorno obsesivo compulsivo y fue un alivio muy grande poder ponerle finalmente un nombre. A mí me organizó”, asegura en dialogo con este medio.

Y continuó: “Me ayudó saber que eso tenía un nombre y que se podía tratar y que era algo del orden cerebral. No sé, cosas que a mí me ayudaron a enfrentarlo desde otro lugar y sentir más alivio. Y cuando empecé con ese proceso, inmediatamente me dije: ´yo tengo que hacer algo con esto`, porque es la manera en la que tramité mi vida siempre, con el teatro”, tras esa afirmación fue que se contactó con Paola Luttini, directora, productora y amiga personal y le contó el proyecto que tenía en mente.

Por su lado, Maruja Bustamante, es actriz, directora, dramaturga, cantante, docente y está diagnosticada con depresión e hipocondría paranoica, y al igual que a Mariela ninguna de estás características la definen en particular, ambas son un todo.

Y algo de esto demuestran de manera brillante sobre las tablas en La Casa Oscura un Show Documental sobre Salud Mental donde narran desde sus propias experiencias, cómo es transitar la vida, con el estigma de un diagnóstico, y con un sistema de salud que no acompaña.

Sobre el proceso de creación de la obra Maruja contó:  “Creo que no nos pusimos límites, pero si, aparecieron momentos en los que sentimos que algunas cosas no estaban buenas hablarlas o no de esta forma, al menos. Y tuvimos que encontrarle el modo de decirlo”, explica sobre el trabajo de creación de la obra que co-escribieron con Mariela en 2019/2020.

Cuando vas a estrenar una obra viene lo que yo llamo “los diez días antes” que son un verdadero infierno, todes nos ponemos en un estado de ansiedad y en esta obra aparecían también supongo, nuestras cosas. En mi caso particular me agarró un ataque de paranoia de sentir que era solo una invitada, por la amistad entre Mariela y Pao, y no sé cómo que me agarró una cosa así y bueno también nos pasó que tuvimos que ensayar con todos los protocolos que se utilizan para la prevención del covid-19 con los dos metros de distancia, sin el contacto del otro, el mate individual y era todo una sensación que pudo habernos detenido, y  lo hicimos igual”, valoró.

La propuesta que cada viernes presentan bajo la dirección de Paola Luttini en el Galpón Guevara es una experiencia individual, pero que al arrojarla al escenario se hace colectiva y ese texto que acompañan con mucho humor, juegos, canciones, improvisación y reflexión toca la fibra del espectador que entra de una manera al espectáculo y sale modificado.

Ellas en lo personal presentan sus diagnósticos y cómo fue el largo camino por los pasillos del indiferente sistema de salud mental, que excluye, estigmatiza y pocas veces brinda una solución, y desde allí intentan iluminar y acompañar el lado oscura de la enfermad.

Mariela comenta: “hoy con el diario del lunes, me doy cuenta que es maravilloso haber hecho este proyecto de tanta exposición porque hay una empatía, y que la gente se siente identificada, porque la salud mental es algo que nos atraviesa a todos, en mayor o menor medida, y forma parte de nuestra identidad. La salud en general y la salud mental, a veces parecen como algo disociado, y en realidad, todos alguna vez tuvimos algo asociado a la salud mental. Y la otra cosa que a mí me aterraba  era que claro una es un montón de cosas, que se yo, soy amiga, artista, madre, no soy solo esto que me pasa, y siempre el terror de exponer esto era quedar etiquetada como la que “tiene el problemita”, aseguró. 

Al tiempo que Maruja sumó: “Para mí hay algo de que cada vez que la voy haciendo, entiendo más todo lo que me pasa, de hecho me sirve mucho en la parte individual, pero también me sirve para lo social. También tengo recaídas, porque cada vez que descubrís cosas, me digo ¡Y ahora tengo esto también! Pero bueno era un riesgo, y un poco era un espacio de reflexión comunitaria. Yo hago una terapia con diferentes tipos de neurodiverses y me ayudó a comprender también al otro”.

Sin embargo cuando se decidieron a llevar adelante esta obra, no imaginaban el alcance que iba a tener, ya que la propia Ministra de Salud, Carla Vizzotti, escuchó sobre el show y concurrió con una amiga a verlo. Y como la mayoría de los espectadores quedó movilizada por la experiencia.

Maruja: “Cuando la vi emocionada a Vizzotti yo no le podía decir nada y me acuerdo que ella me miró y me dijo perdóname, siento la necesidad de pedirles disculpas por cómo te sentiste expulsada del sistema de salud y yo lloraba, sin poder hablar, entonces me abrazó, Yo no sé qué voy a hacer, pero algo voy a hacer. Y lo hizo”, contó desde la sorpresa y la emoción. 

Poco tiempo después, por gestión de Vizzotti, se organizó una función especial para toda la comunidad de salud y los ministros de todas las provincias: “cuando nos dicen que vamos a actuar frente  a todos los ministros de salud de las provincias, y de la gente de salud mental fue como bueno más arriba no podemos llegar. Fue emocionante porque también había gente de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, aseguran ambas.

-Tengo entendido que luego de la función hubo un debate con los funcionarios y empresarios y la palabra que más resonó fue empatía ¿Cómo las hizo sentir eso?

“Nosotros estábamos como asustadas, porque creíamos que la charla iba a pasar más por lo técnico. Eso es lo que pasa con la obra, que toca a una fibra que desarticula algo en el espectador, evidentemente”, explican.

Y agregan: "Hicimos una función para todos los ministros de todo el país y para los representantes del servicio de salud y organizaciones y ahora estamos saliendo de gira a través del Ministerio a replicar lo mismo en las provincias. Y vimos gente, que se yo te hablo de jueces, por ejemplo, que terminaron llorando y bueno el ejemplo más claro es que la Ministra terminamos la obra y estaba con lágrimas en los ojos”, comentaron.

La enfermedad y la Lógica

“Cuando vos tenés diabetes, y te sube el azúcar en sangre,  todos lo entienden y te dan un medicamento y listo. Todo se organiza en base a alguna condición física. En cambio cuando a vos se te dispara la chaveta por algo, es muy difícil, explicarle al otro que hay algo que no estás pudiendo manejar y que no es un tema de voluntad. En mi caso personal cuando mi psicóloga me explicó lo que tenía y me explicó que había una cuestión química también, para mí fue hermoso. Porque de alguna manera lo podía materializar en algo químico como en el cerebro, ¿se entiende?”, analiza Mariela quien en una parte de la obra describe muy bien este sentimiento de impotencia ante otro que no entiende qué le está pasando.

Y Maruja continuá: “yo por ejemplo tengo el diagnostico de depresión e hipocondría paranoica hace 10 años. Y a veces cuando se me desata una crisis de ansiedad, de paranoia que siento que todos me odian, también me pasa una cosa doble. Que es que por un lado tengo todas las palabras de la terapia, del psiquiatra, de las terapias florales que me dicen “No Maruja, no te odian sos vos”. Pero en ese momento que me está pasando recuerdo las palabras, pero de todas maneras no puedo evitarlo. Y eso también la gente tiene que entenderlo”, manifiesta.

La obra de por sí es una luz en esta casa oscura que a medida que nos vamos acercando al final, lo que queda flotando es el saber certero de que a pesar de batallar en lo más solitario de una cabeza, esto no es inhabilitante. Y que cuando hablamos de empatía para con otro, hablamos de no tener la presión de justificarte todo el tiempo. Porque cuando alguien alérgico se brota no pide perdón, sin embargo en los trastornos mentales, o las enfermedades mentales, además de lidiar con lo propio se cómbate con el otro que tiende a sentir una exageración, o una sobreactuación sobre el padecimiento, que por desinformación es, a menudo, subestimado.

"Yo creo que las dos pensábamos ´ojalá podamos con esta obra ayudar a una persona`", cuenta Maruja y cuenta una de las tantas cosas que le pasaron con esta obra. "Porque ya en las funciones aparecían personas que se sentían identificadas. Recuerdo una vez que vino una mamá con su hija, que tendría 16 años, y me dijo mi hija está con crisis de ansiedad, fobias, no quiere salir y yo vi que daban una nota en la televisión, y ella llevó a la hija porque ya no sabe qué hacer y vinieron. Al final de la obra la chica nos quiso esperar, entonces yo lo único que hice cuando la vi fue decirle “yo te juro que se te va a pasar” y le di un abrazo y después me quedé contenta porque sentí que había ayudado. Y hay algo de esta obra que tiene ese espíritu. Como de salvarnos pero también compartir y desestigmatizar a los trastornos mentales", dice llena de esperanza. 

Para cerrar hablamos de qué cosas, a priori, tendrían que cambiar en el Sistema de Salud Mental

Mariela: “Yo lo que pienso es que tienen que cambiar muchas cosas porque la violencia institucional es un efecto dominó. Yo siempre doy este ejemplo: Muchas veces me quejo de la deshumanización que hay en el sistema de salud, pero también los médicos y médicas están desbordados. Y es terrible cuando vos vas a un médico y ni siquiera te mira, es muy terrible”.

"Hasta que el Sistema de Salud no sea un sistema horizontal va a ser violento, porque al existir la verticalidad hay un sistema de poderes en donde siempre quienes están con todas las de perder son los pacientes"

“Y la violencia institucional también porque vas a sacar un turno y te dan para dentro de tres meses, que te tratan mal, de que no funcionan las cosas. Mi madre es paciente oncológica y yo lo vivo todo el tiempo la violencia institucional. Pero al mismo tiempo lo ves también del otro lado y ves que los médicos trabajan en condiciones terribles, están desbordados, con sobreturnos todo el día. Como que todo está muy sobresaturado”, enumera. 

"Entonces voy a decir lo mismo que dije en el primer foro delante de todos los ministros que es que hay mucho por cambiar, porque todo está conectado con todo. Ahora si hay algo que yo pienso que es como una raíz que tiene que ver con entender la horizontalidad. Yo creo que en el sistema de salud hay roles, pero tiene que ser un sistema horizontal. Hasta que no sea un sistema horizontal va a ser violento, porque al existir la verticalidad hay un sistema de poderes en donde siempre quienes están con todas las de perder son los pacientes. Entonces tenemos que entender que es una circunstancia horizontal donde hay roles que cada uno debe ejercer. Eso me parece que es la base y de ahí, todo lo demás".

Maruja: "Y también ver el tema de los salarios, sabiendo que el sistema de salud mueve tanto dinero, porque los médicos ganan tan poco. Vos vas a una guardia y ves la cara de los médicos y decís pobre gente, y tras que te subestimas con el diagnostico, yo ya llego subestimada y me digo. “Huy le caigo con un ataque de pánico y está laburando hace 30 horas”.  De hecho yo el otro día cambié de ginecóloga y fui a la consulta con un miedo, acostumbrada ya porque además a mí me patologizan por gorda,  yo entro a un lugar de salud y soy una bomba para destruir, y bueno cuando llego le cuento todo mi historial y me trató tan bien, me habló con tanto amor que me desarmó y me puse a llorar, y ella me preguntó ¿estás bien? Y yo le dije es que me estas tratando tan bien que no estoy acostumbrada”.

La casa oscura puede verse todos los viernes a las 21 en el Galpón de Guevara (Guevara 326).

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