Tras haber asumido en el cargo, el presidente Javier Milei participó de una invocación religiosa en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, que fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva.

También se contó con la presencia del arzobispo griego, Iosif Bosch; el Obispo anglicano, Brian Williams; el representante de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina, pastor Christian Hooft; el rabino Shimon Axel Wahnish y Sheij Salim Delgado Dassum, representante de la comunidad islámica.

Durante el evento, García Cuerva dijo que "nuestro país es nuestra casa" y que "somos conscientes que nuestra casa ha sufrido y sufre muchas tormentas; sufre torrentes de exclusión, de dignidades pisoteadas, de inflación, de grietas, de intereses mezquinos, de desencanto y de sueños rotos".

Además, el arzobispo de Buenos Aires señaló que se debe volver a "valorar los cimientos que nos permitieron mantener viva la esperanza", y que "uno de los más golpeados, que necesitamos forjar es la fraternidad". También afirmó que "el segundo cimiento a recuperar para que ese sueño llamado Patria siga inspirando a las nuevas generaciones, es la libertad", y llamó a "comprometernos especialmente con los que más sufren".

Y, concluyó expresando que el tercer cimiento "es la memoria", debido a que es clave "recuperar nuestra historia y reconocer a los hombres y mujeres que forjaron la Patria desde sus inicios y que cimentaron las bases de la organización nacional".