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Covid-19: ¿qué rol juega la televisión y qué entendemos como esencial?

Estalló la pandemia. Se suspendió la única tira diaria nacional, Pol-ka podría cerrar sus puertas, crecieron los contagios en programas, cancelaron algunos y arribaron nuevos; y los canales abundan de información. ¿Qué lugar ocupa el entretenimiento? ¿Por qué se apuesta a latas extranjeras en lugar de re-emitir ficción argentina? ¿Cómo impacta la pandemia en la pantalla chica? Para analizar este fenómeno, las miradas del periodista Franco Torchia y del actor Diego Gentile: dos personalidades que reflexionan ante este particular contexto en que el arte y la cobertura mediática desempeñan un papel protagonista.

Covid-19: ¿qué rol juega la televisión y qué entendemos como esencial?
Covid-19 y TV

"Soy muy fan de la tele y disfruto mucho de hacerla. Me parece que tiene algo muy lindo: poder entrar en la casa de la gente sin que tengan que pagar para ello". Y viceversa. La televisión implicó uno de los avances tecnológicos más revolucionarios de la historia contemporánea, generando a las audiencias una posibilidad que hasta el momento sólo les brindaba la radio pero explorando más sentidos: conocer el mundo.

Tener uno de esos artefactos en los hogares no era sólo símbolo de un determinado poder adquisitivo -que con el tiempo fue convirtiéndose de consumo popular- sino también una herramienta para salir de la rutina y/o la monotonía con la velocidad de un control remoto.

El devenir de este medio de comunicación generó otro recurso a la hora de informar, cada vez más predonimante. Y con el arribo de las noticias a la imagen -o de la imagen a las noticias-, el entretenimiento también incursionó en la materia: la realización y lanzamiento de programas lúdicos, tiras y ficciones nacionales, el crecimiento de productoras y empresas.

Una industria que pese al estallido de lo virtual que le seguiría no sólo se mantendría vigente (al menos por ahora) sino que preponderante. Año 2020. Un virus de alcance mundial fue declarado pandemia. Y nos preguntamos: ¿Qué rol juega la televisión argentina en todo esto? 

"Siempre consumí mucha tele. Desde estar ahí prendido, o dejarla de fondo y hasta dormirme con esa compañía. Ahora evito consumirla constantemente porque me aliena la sobreinformación y me refugio en la ficción y como no está en la tele, termino en las plataformas", cuenta Diego Gentile a Filo.News.

Reconocido por participar de películas como "Relatos Salvajes", "Los Adoptantes", la obra "Tic Toc" en teatro y tiras diarias como "Señores Papis", "Campanas en la noche", entre diversos proyectos, se reconoce atravesado por una ciclotimia en la que muchos se sienten identificados, transita el aislamiento social con incertidumbre, a la espera de volver a ejercer su trabajo.

"En general bastante estable pero tuve a mi vieja quince días en terapia intensiva, ya está bien pero fue duro, la pandemia dentro de la pandemia, el horror dentro del horror. Me atraviesa como una sensación de pausa pero no como la que experimentamos los actores entre trabajo y trabajo sino vital, sin fecha de retorno de lo que significa para nosotros actuar. Es desesperante que esté la posibilidad de la muerte todo el tiempo que es lo que se encarga de hacerte sentir la tele durante las 24 horas", señala.

"Voy a diario a Canal Nueve y las medidas tomadas funcionan muy bien. No soy especialista en establecimiento de protocolos, claro, pero en mi trabajo siempre me sentí seguro y cuidado", expresa por su parte el periodista Franco Torchia, panelista en Confrontados, conductor del ciclo radial No se puede vivir del amor (Por La Once Diez) y activista por la diversidad sexual y colaborador en medios como Página 12.

Franco Torchia, periodista | Foto: Gianni Mestichelli, gentileza Franco Torchia

Asegura que atraviesa este período con "con misterio, zozobra y algo de tedio". Preocupadísimo y comprometido, toma distancia pero a la vez en el corazón de los medios analiza el rol de la pantalla chica, la información y las medidas de protocolo sanitario en los canales. "Desde que esto empezó no supe muy bien qué decir. Creo que falta mucho para poder analizar con perspectiva", analiza. 

"En general, creo que los canales se están manejando como deben ante la pandemia, conforme el decreto presidencial que los declara servicios esenciales. En muchos casos, con medidas extremas de seguridad e higiene", asegura. 

La TV: ¿un medio esencial?

"El término 'esencial' es la palabra del año", reconoce el periodista entendiendo la profundidad del debate. La televisión fue uno de los medios que cayó en la volteada cuando se comenzó a definir las actividades habilitadas durante la cuarentena.

Franco Torchia, periodista.

Estamos en una situación en la que, por un lado, lo indispensable son aquellos roles vitales para el cuidado y abastecimiento, sin embargo, se podría argumentar que la información y el entretenimiento también lo son. ¿Con qué términos definimos lo esencial? Prepárense para filosofar.

"La esencia es uno de los interrogantes más importantes de la filosofía a lo largo de su historia y en pandemia, la pregunta sobre su definición ensancha su potencia. Apagar los medios de comunicación hubiera sido o sería atentar contra la libertad de prensa y de expresión. A modo de ejemplo ligero, hoy es como si Facebook, Instagram o Twitter hubieran dejado de operar"— sostiene Torchia y amplía— "No creo que aquello que es vital para unos lo sea para otros y para todos, porque ese 'vitalismo' también es susceptible de discutirse infinitamente. Y sobre todo, no existe la 'vitalidad' igualitaria: existen las clases sociales, los enclaves geopolíticos, la distribución desigual de los afectos, la inaccesibilidad física y claro, las decisiones políticas".

"Desde un primer momento, por ejemplo, curas, monjas y pastores pudieron salir de sus viviendas con el argumento oficial de la 'asistencia espiritual'. ¿Qué es la 'asistencia espiritual' y por qué sólo ellos son capaces de brindarla, y no una trabajadora sexual, un psicólogo o una amiga? ¿Quién y dónde se establece la preeminencia de los cultos en pandemia? Esta es una decisión política a mi criterio indefendible", profundiza. 

Con el aislamiento social, la televisión desempeña aún más un recurso de escapatoria o cable con el mundo. En ciclos y segmentos se depositan expectativas, se busca un refugio. Levantarse, encender la pantalla: noticias sobre el COVID-19. Pasan las horas: noticias sobre el COVID-19. Luego aparecen segmentos de entrentenimiento y en una escala menor, películas o series.

Para entender un poco cómo viene el panorama, un reporte de la División Insights de Kantar en el "Barómetro COVID-19" detalló que la televisión (junto con los diarios) lidera en un 78% como uno de los medios de comunicación más confiables a los que recurren las audiencias para obtener información sobre la pandemia en Argentina. Lo que nos lleva a preguntamos: ¿qué lugar ocupa la cobertura mediática en estos términos durante la pandemia?

Torchia responde con una palabra: "Numérico". "La cuenta de infectados, muertos y recuperados sube y baja y ese recurso es usado para construir conciencia. Hay una sobreabundacia de estadísticas, curvas y comparaciones. La Argentina matemática, pero para una sola pandemia. Para la pandemia de los femicidios, por ejemplo, no", expresa. Y sus salvedades son necesarias.

En la primera mitad del año, el Observatorio de las Violencias de Género "Ahora Que Sí Nos Ven" reportó 162 femicidios en lo que va del año, lo que se profundizó con la cuarentena ya que en su mayoría de casos las violencias son recibidas en las casas, conviviendo con el agresor. Otra pandemia no preponderante en medios de comunicación. Recordamos que la línea gratuita 144 brinda atención y contención las 24 horas para todo el país; y el Whatsapp 1127716463.

¿Qué pasa con los programas de entretenimiento?

Otro debate. Como mencionamos anteriormente definir lo esencial puede llevar a una conversación interminable de la que no quedan exentos los ciclos lúdicos así como el que conducen Guido Kaczka, Mariana Fabbiani, o el reciente arribo del Cantando 2020.

Telefé fue el primer canal en reportar públicamente casos porsitivos de COVID-19. Los contagios se extendieron hasta la producción de El precio justo, con alrededor de doce diagnósticos, entre ellos el de su conductora, Lizy Tagliani. Ante este panorama se decidió aislar a los trabajadores y finalmente dar por finalizado el ciclo. Casi como efecto rebote, Cortá por Lozano comenzó a emitirse por vía remota.

Los comentarios en redes no tardaron en llegar y, ante estos casos, a cuestionar cada vez más el rol de diversos programas: como las comidas con Juana Viale (en reemplazo de Mirtha Legrand) y las visitas de Marley a las casas de diversas personalidades, como Lizy, recientemente recuperada por COVID-19. Cabe destacar que también trascendió el diagnóstico de Andy Kusnetzoff, que permaneció aislado y en tratamiento durante casi dos semanas.

En relación con ello la empresa Kantar Ibope Media -dedicada al estudio del comportamiento de los televidentes- reportó en marzo de este año un incremento del 31% en el consumo de televisión nacional: cifra que se elevó de 2.580.796 a 3.001.631 espectadores. En otras palabras, 420.835 personas más frente a la pantalla en todo el país.

Surgen las preguntas: ¿qué pasa cuando mientras diversos trabajadores aún esperan el permiso para retomar sus actividades estos programas siguen al aire? ¿Es, en cierto modo irresponsable, sobre todo considerando la cantidad de técnicos que también se exponen detrás de cámara? ¿Tienen mayor acceso a un hisopado frente a otros trabajadores? Y Franco Torchia nos ayuda a direccionar la mirada.

"Ante todo, no creo en el rating y mucho menos en los números de la empresa Ibope. Creo sí en las tendencias y es indudable que los ciclos mencionados, en tendencia pero no en números exactos o finales, tienen audiencias numerosas. Vale decir, la demanda no cedió en pandemia; por el contrario, se sostuvo e incluso en algún caso creció. El hecho de que el trabajo en televisión y en radio no sea percibido del todo como un trabajo real, colabora en su 'excepcionalidad'. De hecho, no es un trabajo en términos formales, porque reina la informalidad y porque se caracteriza por su volatilidad. A diferencia de un empleado público o una abogada 'de carrera', quienes trabajamos en televisión y radio podemos, literalmente, quedarnos sin ingresos de un minuto para otro. Por supuesto, quienes hacen changas mucho peor. También nos arriesgamos a diario al ir a trabajar. Son decisiones del Poder Ejecutivo y es a ese poder al que eventualmente hay que dirigir los reclamos. No es justo demandar a quienes estamos autorizados a trabajar como si moviéramos nosotros los hilos. Eso es responsabilizar a los individuos como si no existiera muy por encima de ellos, poder político", asegura el periodista.  

Programas de televisión

"Me siento un privilegiado porque si bien estoy viviendo de mis ahorros y junto con mi hermana ayudamos a mi vieja, por lo menos la pandemia no me está provocando deudas. Pero en un momento los ahorros van a desaparecer y esperemos que eso no suceda antes de volver a trabajar. Y el hecho de que yo haya podido ahorrar no implica que otros hayan podido, aún con sus trabajos, ahí se ve la desigualdad social. Hay gente que la está pasando muy mal, que directamente no está teniendo para comer o darle de comer a sus hijos o elegir un alimento del día. Me parece que si algo tenemos que aprender de esto es a ejercitar la empatía, que porque no te pase a vos no significa que al otro tampoco. Creo que la pandemia puso sobre el tapete que ante un mismo hecho hay gente que la pasa mucho peor que otra, que esa gente existe y no es porque no hayan querido laburar", complementa Gentile.   

"Cuando una empresa 'te pone' en riesgo, es obligatorio que esa firma financie el estudio. Me pasó con Telefé. La empresa lo pagó. De vuelta, no creo que sea responsabilidad de 'los famosos': antes y muy por arriba de ellos, hay empresas poderosas. Son ellas las que en efecto deben hacerse cargo", subraya. 

¿Y de ficción nacional cómo andamos?

"Cuando decidí querer ser actor, época en que el viejo Canal Nueve estaba a full, pasando telenovelas todo el día, yo le decía a mi vieja: 'Eso quiero hacer'. Del golpe pasar a un 2019 con casi una sola tira y un unitario; y ni hablar de que el 2020 empezó con 'Separadas' y vino la pandemia. Es duro", lamenta Gentile.

El actor habla de la magia que a su entender aún continúa vigente en la pantalla chica y la recuerda todavía saboreando la adrenalina para salir del teatro y llegar a su casa para ver "Historia de un clan" (Underground, 2015) la serie basada en los crímenes del Clan Puccio, dirigida por Luis Ortega.

Diego Gentile | Foto: créditos Alejandra López, gentileza Diego Gentile

"Creo que lo que confirmó esta pandemia para gente que no se había dado cuenta fue lo necesario que es el entretenimiento, el arte: desde leer una novela, hasta ver películas, series, escuchar música. En los canales de aire es muy nada lo que hay, ya no había ficción desde antes, imaginate ahora. No puede ser que de las 24 horas, (exagerando) 18 sean programas con panelistas o juegos, y que en el 80% de los casos hablan del coronavirus. Repetí una novela, pasá películas nacionales y la gente se va a entretener mucho más", resalta el Gentile.

Lo cierto es que la única ficción nacional que hasta el momento se volvió a emitir fue "Argentina: tierra de amor y venganza" (El Trece), mientras que Telefé pasó algunos capítulos de sus tiras en el marco de sus 30 años pero apuesta por las extranjeras "Avenida Brasil" (que dicho sea de paso ya estuvo en pantalla) y hasta hace un tiempo, "Jesús". A esto se sumó el reclamo de algunos actores que preguntaron por esa promesa que incluía el re-estreno de "Graduados" y hasta "Floricienta". ¿Por qué los canales de televisión apuestan a la emisión de latas extranjeras en lugar de volver a pasar una serie nacional y apoyar a los actores?

Esta pregunta se formuló en la cabeza de Diego Gentile una tarde de cuarentena en la que mirando la televisión se quedó expectante ante el anuncio de que transmitirían la película "Elsa y Fred". "Veo que anuncian que la van a pasar y después veo que era la de ShirleyMacLaine (2014) y digo 'Ah, no pero esto es un chiste'", manifiesta todavía con ese gusto amargo entre los dientes, aún más teniendo presente que el film original es argentino (Marcos Carnevale, 2005), una versión entrañable protagonizada por China Zorrilla y Manuel Alexandre.

"Entiendo que producir una novela es mucho más caro que pasar 'Avenida Brasil' o alguna turca pero no sé qué diferencia hay en repetir todas telenovelas argentinas, salvo que sea por el derecho de imagen a los actores que se le abona a SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes) y quizás a Jorgito de 'Avenida Brasil' no hay que pagarle repetición. Yo siempre opto por nuestras ficciones y me parece que a la gente le gusta ver a los actores argentinos. Hay tiras que están buenísimas, otras que son irrepetibles. Creo que hay un nicho ahí que no se arriesgan a explorar. Parece que les rinde más hablar del coronavirus y tener a la gente asustada porque ya ni es informada porque no puede ser que el 80% sea especulación. Como tienen que rellenar esos espacios, no es: 'Oxford avanza con la vacuna y en septiembre podría estar' y punto; sino 'qué pasaría si...'. Mucha gente no sabe que estás especulando y toma como verdad absoluta lo que pasa en la tele y se asusta. Es muy nocivo", señala.

Torchia profundiza: "Porque la producción de ficción en la Argentina no supo dialogar con el nuevo mercado de producción internacional de ficciones. Fracasó. La Argentina supo ser exportadora de guiones de ficción durante, por ejemplo, el auge de la telenovela latinoamericana (el impacto de la obra de Alberto Migré así lo acredita, por citar un ejemplo concreto). Hoy, los productores de ficción 'municipalizaron' sus ideas, estacionados en intentar abastecer a un público local que identifique a los protagonistas y una marca de shampoo los acompañe".

"No es un fracaso ni de los guionistas ni de los actores (aunque la formación actoral argentina queda cada día más expuesta con las plataformas de streaming. Sus deficiencias son muy notorias). Es un fracaso empresarial", sostiene. 

La crisis de Pol-ka y el streaming como arma de doble filo

Durante más de 25 años la productora fundada por Adrián Suar dio trabajo a innumerable cantidad de personas y generó más de 70 tiras y unitarios, hasta virar hacia las plataformas en los últimos años con producciones como "El Lobista", "Tu parte del trato""El Tigre Verón", "Puerta 7", entre otras.

Este año, su caballito de batalla fue "Separadas", pero la pandemia terminó siendo para la ficción un caballo de Troya que atentó contra los contratos programados para julio y se anunció su salida de la tv. Incluso, la productora tenía entre sus futuros pendientes, continuar con las segundas temporadas de "ATAV" y de la tira protagonizada por Julio Chávez.

Fue a principios de mes, que se difundió una carta de Suar -que también tenía previsto llegar a las salas de cine en marzo con "Corazón loco"- a los trabajadores de Pol-ka en la que ponía en dudas la continuidad de la productora. 

Carta completa de Adrián Suar a trabajadores de Polka

"Es la primera vez que Polka atraviesa una situación tan límite como ésta. Sabemos que no somos los únicos. Está a la vista que muchas empresas -como la nuestra- se enfrentan a un cuadro inevitable en algunos casos, sin salida. Pero lo que quizás algunos no sepan, es que la problemática económica de nuestra productora viene de años atrás. Aquella 'televisión en la que empezamos', la que ofrecía 350 horas de aire por año, la que nos posicionó como empresa líder en contenidos nacionales e internacionales, la que nos ubicó como una de las compañías de ficción nacional más importante y una de las pocas productoras con el mayor staff fijo de la región, esa televisión: no existe más (...). La Pol-ka que conocimos antes de la pandemia es insostenible", expresaba en uno de sus fragmentos.

¿Cómo impacta lo que está atravesando actualmente la productora? A Diego Gentile lo impacta como actor, compañero y también por su historia en la productora realizando participaciones para reconocidas tiras como "Poliladron" (1996), "Locas de amor" y "Los secretos de papá" (2004), "Sos mi vida", "Amas de casa desesperadas" (2006), "Mujeres de nadie" (2007), "Epitafios" (2009), "Herederos de una venganza" (2011-2012), y "Otros pecados" (2019).

Pol-ka producciones

"Sé que fue fuente de trabajo para mucha gente durante 26 años y me da mucha tristeza cuando se cierra una posibilidad de generar ficción y más cuando al no haber abundancia de laburo y se siguen acortando las ofertas", lamenta.

Diego Gentile, actor.

"Desde nuestras casas podemos hacer vivos y grabar ficciones grabándonos feos y con una mala luz pero eso no está asociado a lo económico, es un mientras tanto. Estar en un momento en el que no podés hacer lo que te gusta y que incluye tu fuente de trabajo es complicado. Yo sé actuar, te puede gustar o no lo que hago pero es para lo que me formé toda mi vida no sé hacer budines para vender por Instagram, que está buenísimo para quienes lo pueden hacer pero no considero tener las herramientas. Así que sí, extraño mucho", añade.

  • Tele vs plataformas

Ante el desarrollo tecnológico, la comodidad de no depender de los horarios, la escasez de re-emisión de películas y ficciones nacionales o por  motivos que exceden, las audiencias fueron incursionando en el streaming. Sin embargo, un dato que pocos saben es que no les pagan los derechos de intérprete a los actores.

"SAGAI está trabajando en una regularización porque es cierto que no cobramos derechos de imagen, como sí cobramos cuando pasan por televisión por cable y por aire", destaca Gentile quien resalta el valor de la televisión por aire que ofrece un contenido gratuito a las audiencias, algo no menor en estos tiempos de privilegios y diferencias. "Estuve peleado años con el streaming, no quería ver nada. Muy 'el cine se ve en el cine, las series me las compraré'. Me gusta toda la ceremonia, ser parte de ese misterio de quienes elegimos estar ahí y ver ese film. Recién hace dos años empecé a habilitarme para ver contenido de plataformas", se sincera.

Diego Gentile en "Joel"

El actor reconoce haber tenido una relación conflictiva con el streaming, estrenó el lunes 27 por Cine.Ar TV, "Joel", película de Carlos Sorín, que protagoniza junto a Victoria Almeida. "Recibí unos mensajes hermosos. Soy muy fan de la película, del director, del niño, de haber filmado en el Sur. Tengo muchos compañeros que están estrenando vía Cine.Ar, de hecho viene 'Crímenes de familia', una peli con Cecilia Roth y Miguel Angel Solá que se va a estrenar en Netflix, que estaba pensada para el cine pero la pandemia generó que llegue vía streaming", reconoce el actor. Lista que podría seguir con decenas de películas como "La fiesta silenciosa", "Ni héroe ni traidor", "Marea Alta", entre muchas más.

#NuevaNormalidad

Ya lo dijo el presidente Alberto Fernández: vamos camino a un paradigma desconocido y comienzan las flexibilizaciones. 

A modo más de humor, existe un imaginario colectivo acerca de las múltiples películas/tiras que se realizarán el mundo sobre la pandemia. De hecho, "Grey’s Anatomy" confirmó que tratará el tema. "Incluso vemos una ficción de hace unos meses y nos parece rarísimo que la gente se abrace y ande sin barbijo", comenta con humor Gentile. 

"Es terrible hablar de un año perdido pero en lo artístico ya lo doy por perdido. Duro pero prefiero verlo así y que los protocolos y la vacuna me sorprendan para bien. El futuro lo veo con esperanzas. Quiero volver a trabajar. Me parece que va a haber hábitos que se van a empezar a cambiar", reflexiona.

"Me cuesta pensar en ese futuro", señala Torchia por su parte. Apelo a las empresas y espero que se comporten: está claro que no es tiempo de maximizar ganancias, pero también está claro que eso nunca es claro para ellas", cierra.  

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